MULT reporta la desaparición
de 2 mujeres en la región Triqui de Oaxaca
Nota publicada en la página Olor a mi
Tierra
Siguen desaparecidas dos mujeres en la región de la Mixteca: MULT
Siguen desaparecidas dos mujeres en la región de la Mixteca: MULT
12/07/2007 07:13:32 AM
Autor: Rebeca Luna Jiménez
Autor: Rebeca Luna Jiménez
Oaxaca, México. Julio 12 -El Movimiento
Unificador de Lucha Triqui (MULT), solicita la intervención de los organismos,
maestros y medios de comunicación para localizar a las hermanas Virginia y
Daniela Ortíz Ramírez desaparecidas desde el pasado 5 de julio del trayecto
entre Putla de Guerrero y Juxtlahuaca en la región de la Mixteca.
Las hermanas de 14 y 20 años de edad, originarias de la comunidad de El Rastrojo Copala, Juxtlahuaca y que se desempeñan Virginia como maestra de educación indígena y Daniela estudiante de secundaria están desaparecidas desde hace una semana.
Por lo que el MULT a través de un comunicado fechado el 11 de julio en el Rastrojo Copala Juxtlahuaca piden también a las autoridades de los gobiernos estatal y federal una investigación exhaustiva para la presentación con vida de las hermanas y el castigo a los responsables de su desaparición.
Virginia trabaja como maestra de educación indígena en la comunidad de La Luz Llano Nopal Copala y Daniela estudia la secundaria en la comunidad de El Rastrojo.
La organización da a conocer el teléfono de sus oficinas para cualquier información el 019515141185.
Se cumplen
15 días de la desaparición de hermanas triquis; podría tratarse de venganza
política
20/07/2007 12:40:40 PM.
Autor: Soledad Jarquín Edgar/corresponsal.
Oaxaca, Oax., 20 julio 07 (CIMAC).- Al
cumplirse este jueves, 15 días de la desaparición de las hermanas Virginia y
Daniela Ortiz Ramírez, Cruz Ruiz, integrante de la dirección política del
Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) sostuvo que ambas pudieron
haber sido secuestradas por personas afiliadas a la Unidad de Bienestar Social
de la Región Triqui (UBISOR), contraparte política del MULT.
En entrevista, aseguró que la maestra
bilingüe Virginia, de 20 años de edad, había salido a la población de San
Marcos Xinicuesta, agencia municipal de Tecomaxtlahuaca a recoger sus
pertenencias, acompañada de su hermana Daniela, de 14 años.
La maestra dejaría esa comunidad, luego de que fue cambiada de adscripción a la población de Rastrojo Copala, sin que se tenga conocimiento de su paradero desde el pasado 5 de julio.
Pensamos que a las hermanas Ortiz Ramírez
fueron secuestradas por integrantes de la llamada UBISOR, porque "la
maestra llevaba un celular al que han llamado sus familiares y sólo les
responden voces de hombres que luego cuelgan".
Por otra parte, apuntó, las dos jóvenes
mujeres son sobrinas del dirigente de la etnia triqui Manuel Domínguez, por lo
que podría tratarse de una venganza.
Tememos por la vida de la maestra y su
hermana, señaló Cruz Ruiz, quien apuntó que de los hechos se levantó una
denuncia en Putla de Guerrero y existe la averiguación previa 187/2007 en
contra de quién resulte responsable. Sin embargo, ante la falta de respuesta de
las autoridades, el MULT y los 22 pueblos triquis que gobierna podrían realizar
una marcha hacia la ciudad de Oaxaca para exigir la aparición con vida de
Virginia y Daniela Ortiz Ramírez. Sin embargo, puntualizó, ahora nos entrampan
las elecciones estatales y MULT es también un partido político (Partido de
Unidad Popular) y no queremos que se piense que queremos aprovechar las
circunstancias.
Cabe señalar que de las 32 comunidades de
la zona triqui de Oaxaca 22 son gobernadas por personas que simpatizan con el
MULT, en tanto que 10 más pertenecen a UBISOR y algunas son independientes. En
tanto que este mismo año San Juan Copala, se declaró municipio autónomo.
México. CIDH pedirá a gobierno localice a mujeres triquis desaparecidas
(Martes, 14 de Agosto de 2007)
Por: Soledad Jarquín Edgar. El presidente de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), Florentín Meléndez Padilla, aseguró durante su vista a
la entidad, que es preocupante que los conflictos políticos en la zona triqui
deriven en una mayor violencia y en la desaparición de dos mujeres de la
región.
Tras una entrevista con familiares de Virginia y Daniela Ortiz Ramírez,
desparecidas desde hace casi 40 días en la zona triqui (ubicada en la región de
la mixteca oaxaqueña) el presidente de la CIDH apuntó que ahora que conoce la
situación de vulnerabilidad de las mujeres triquis, estará al tanto de la
investigación que realiza el gobierno oaxaqueño, además de pedir se actúe y
localice a las dos mujeres.
En una audiencia, Emelia Ortiz García, acompañada de Antonia y Adriana
Ramírez Cruz, madre y tía de las dos jóvenes desaparecidas, plantearon la
situación de las mujeres triquis, donde la violencia se ha agravado como
resultado de los conflictos políticos que enfrentan grupos de poder, como el
MULTI y UBISORT contra el MULT.
Dijo que también solicitará información sobre el caso de la niña de 14 años
violada en la comunidad de Yosoyuxi el 7 de julio de 2006 y cuyos agresores no
han sido detenidos, pese a que están plenamente identificados. Es preocupante,
reiteró Meléndez Padilla, presidente de la CIDH, por la condición en que viven
las mujeres triquis, vulnerables ante un conflicto político y la falta de
actuación del gobierno por resolver los casos denunciados.
» La triqui, tierra de nadie.- Por otra parte, en entrevista con el
Procurador de Justicia de la entidad (PGJE), Evencio Nicolás Martínez Ramírez,
las mujeres pidieron que las autoridades busquen a las dos jóvenes
desaparecidas desde el pasado 5 de julio y se castigue a quienes violaron a la
niña de 14 años en 2006.
En respuesta, el procurador aseguró que la zona triqui "es tierra de
nadie" y se comprometió a entregar resultados de las investigaciones este
martes 14 de agosto, tras advertir las dificultades que existen en la zona para
realizar las investigaciones sobre la desaparición de las hermanas Daniela y
Virginia, de 14 y 20 años.
Hay desesperación de la familia ante la falta de respuesta de las
autoridades, señaló Emelia en entrevista con Cimac noticias, quien aseguró que
esperan justicia de las autoridades y mucho más de lo que el fiscal Martínez
Ramírez ha dicho, "pues nos habla como si nada pasara en la región,
quisiéramos que se pusiera en los zapatos de las mujeres triquis".
El procurador nos dice lo que ya sabemos: que es difícil entrar en la zona,
si eso piensa el Procurador ¿nosotras qué podemos decir, que sufrimos en carne
propia toda esa violencia?", cuestiona la mujer triqui.
Sobre las investigaciones que hay del caso de la niña violada hace un año,
Emelia Ortiz informó al Procurador que los responsables, reconocidos por la
niña -Timoteo Alejandro Ramírez, Francisco Martínez Bautista, Marcos Flores y
Guadalupe Alejandro Ramírez, quién ya falleció- pasean libremente en la ciudad
de Oaxaca o se les puede ver en Putla y Juxtlahuaca. De eso, añade la
entrevistada, nada dijo (el procurador), se quedó callado.
Las mujeres de origen triqui tienen hoy miedo de regresar a sus
comunidades, la gente del MULTI y de UBISORT mantienen un retén en El Carrizal
donde revisan las camionetas de transporte para ver quién viene en ellas,
revisan todo y hasta bajan a la gente si no les parece, nadie denuncia, porque
todos estamos bajo amenazas de violación o muerte.
Allá, dice Adriana Ortiz, tía de las menores desaparecidas, no existen los
derechos humanos ni apoyos de gobierno. Aunque nosotras sí sabemos donde está
la Secretaría de Asuntos Indígenas, esa dependencia no llega a nuestras
comunidades, no hay seguridad pública y en los casos de violencia seguimos
esperando que haya justicia, "por eso estamos de acuerdo con el procurador
en que la zona triqui es tierra de nadie, como dice él".
Con desesperación, la madre y la tía afirman que permanecerán en la capital
oaxaqueña hasta que el Procurador dé una repuesta positiva, "aquí vamos a
estar hasta que nos entregue a las niñas (Virginia y Daniela) y se castigue a
los responsables de su secuestro y la violación de la otra niña, con todo el
peso de la ley".
» No queremos militares.- Emelia apunta que son ya muchos años de
sufrimiento para las mujeres triquis y que es tiempo de que exista una justicia
real para ellas, por lo que descartaron cualquier posibilidad de
"militarizar" la zona como una medida para encontrar una solución a
los conflictos políticos que enfrentan los grupos de poder como el MULT, MULTI
y UBISORT, cuyo saldo negativo ha recaído en las mujeres.
La militarización, sostienen Emelia y Adriana, no sería nunca una solución,
al contrario podría repetirse la historia de los años 70 y hasta la mitad de la
década de los 80, en que el Ejército se mantuvo en la región y donde las
mujeres fueron robadas o violadas por militares.
Recuerdan los casos de Guadalupe, Santa Cruz Tilapa, Cruz Chiquita y El
Rastro, donde el Ejército mexicano estableció un cuartel en aquellos años y las
mujeres no denunciaban los casos por la amenaza de que matarían a sus hijos o
que sus maridos las dejaran, "la violación contra las mujeres ha sido
utilizada en estos pueblos en conflicto", por eso sería negativo para
nosotras que otra vez instalaran al Ejército en la zona.
Antonia, madre de las jóvenes desaparecidas, sucumbe ante la posibilidad de
que el Ejército se estableciera en Los Triquis. Recuerda que en la década de
los ochenta un grupo de militares y habitantes de Copala (entonces municipio
priista) la detuvieron, la amarraron y amagaron con ahorcarla por no entregar a
su marido.
Por eso, explica Antonia, tiene miedo, el miedo se le quedó para siempre,
pues como ahora a nadie se castigó por aquellos hechos de los que se salvó
gracias a la intervención de una licenciada, quien ya no se acuerda quién fue.
Hoy, quiero justicia, que me entreguen a mis hijas, dice la mujer cuya tristeza
se refleja en sus ojos que opacos contrastan con reluciente rojo de su
vestimenta triqui.
» Buscamos soluciones de fondo.- Por su parte, el procurador Evencio
Nicolás Martínez Ramírez admitió en entrevista que las dificultades políticas
impiden la realización de operativos policiacos en la zona, pero aseguró que el
martes informará a la familia de Virginia y Daniela sobre las investigaciones
que realizan. En la región -apunta- buscamos soluciones de fondo, pero descarta
que la intervención policiaca o militar pueda serlo.
El funcionario sostiene que tanto el gobernador Ulises Ruiz, como el
Secretario General de Gobierno y el titular de la Secretaría de Protección
Ciudadana buscan "resultados de fondo a un viejo conflicto político, que
recuerdo existen desde hace muchos años"•
Mujeres
triqui encaran situación crítica, denuncia Limeddh
Frida
Soledad Jarquín Edgar
Oaxaca, Oax., 8 de agosto (apro-cimac).- Yéssica Sánchez Maya, presidenta de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), denuncia que los casos de una menor violada, y el de otros dos mujeres desaparecidas, evidencian la crítica situación que viven las mujeres triquis frente a los conflictos políticos.
La dirigente de la Limeddh también cuestionó el desinterés de las autoridades por hacer justicia, pese a que hay denuncias y averiguaciones, así como pronunciamientos de los dirigentes del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) para dar con el paradero de las mujeres y castigar a los responsables de su retención.
Adelantó que ante la ausencia de justicia en estos casos, ambos expedientes se presentarían a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), durante la visita que realizará a Oaxaca este viernes.
Cabe recordar que la violación tumultuaria contra una niña de 14 años, ocurrida en julio de 2006, y la desaparición de dos hermanas --en julio pasado-- en la región de la zona baja triqui, ubicada al oeste de la entidad, fueron denunciadas por familiares.
Esta es la historia:
Emelia Ortiz, prima hermana de las desaparecidas, informó que la
situación en la zona triqui de Oaxaca es muy difícil a raíz de los problemas
políticos que derivaron en la división del MULT, el año pasado, y que dio
origen al Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI).
Uno de los líderes del MULTI es Timoteo Alejandro Ramírez, quien
junto con Francisco Martínez Bautista, Guadalupe Alejandro Ramírez y Marcos
Flores, fueron acusados de ser los responsables de la violación que sufrió una
menor la mañana del 7 de julio de 2006.
“Tenemos razones para pensar que el mismo Timoteo Alejandro
Ramírez es el responsable de la desaparición de las hermanas Virginia y Daniela
Ortiz Ramírez”, explica Emelia, prima de las dos mujeres --una de 20 años y
otra de 14--, quienes desaparecieron el 5 de julio en el tramo carretero
Putla-Juxtlahuaca.
En entrevista, Emelia Ortiz –que acompaña a las familias de las desaparecidas y busca ayuda para que se haga justicia a las tres mujeres—sostiene que la gente de las comunidades de la zona triqui están cansadas, viven bajo amenazas, crímenes y violaciones a sus mujeres, no importa si tienen o no que ver con los problemas políticos.
Según comentarios –“no lo puedo asegurar”--, en San Juan Copala fueron violadas las mujeres. Una señora trató de denunciar pero no fue posible, mejor se fue, cuenta Emelia, quien muestra desesperación ante la impunidad reinante.
En entrevista, Emelia Ortiz –que acompaña a las familias de las desaparecidas y busca ayuda para que se haga justicia a las tres mujeres—sostiene que la gente de las comunidades de la zona triqui están cansadas, viven bajo amenazas, crímenes y violaciones a sus mujeres, no importa si tienen o no que ver con los problemas políticos.
Según comentarios –“no lo puedo asegurar”--, en San Juan Copala fueron violadas las mujeres. Una señora trató de denunciar pero no fue posible, mejor se fue, cuenta Emelia, quien muestra desesperación ante la impunidad reinante.
Recuerda que activistas de la Unidad de Bienestar Social de la
Región Triqui (Ubisort), así como de la del MULTI, habían amenazado con
“secuestrar, matar y violar a las mujeres y hombres”, nada más por pertenecer
al MULT, organización de la que se separaron el año pasado las comunidades de
Paje Pérez, Santa Cruz Tilapa y Yosoyuxi, de la que es agente municipal Timoteo
Alejandro Ramírez.
Rostros desencajados, desesperación, lágrimas involuntarias y
crisis nerviosas hacen sucumbir a la madre de Daniela y Virginia Ortiz Ramírez,
quienes el 5 de julio desaparecieron en el trayecto entre Putla de Guerrero y
Santiago Juxtlahuaca, mientras a un lado, en una silla, una adolescente escucha
en silencio, se come las uñas, se encorva, esconde la cara.
Un año esperando justicia.
Aunque entiende y habla español, se comunica en lengua triqui
con Estela. La niña cuenta que el 7 de julio del 2006 salió junto con su
abuelita y su papá de la comunidad de El Rastrojo para llevar a su abuelita al
doctor en Juxtlahuaca.
Por falta de camino, cerrado por el conflicto político, tuvieron
que caminar por una vereda, y al llegar cerca de Yosoyuxi iban a tomar un camión
para Juxtlahuaca. Sin embargo, fueron interceptados por un numeroso grupo de
hombres.
Timoteo la tomó del pelo y la arrastró, ella gritaba y su abuela
junto con su papá trataron de impedir que se la llevaran, pero otro grupo de
hombres los llevó hacia otro lado, y les dijeron que se regresarán, que “luego
los alcanzaría la niña”, pero que si decían algo, iban a matar a toda la
familia.
La niña esconde su rostro detrás de su chamarra, su voz es cada
vez menos audible. Tiene miedo, le duele recordar lo que pasó en el monte donde
Timoteo, junto con Guadalupe Alejandro Ramírez, Francisco Martínez Bautista y
Marcos Flores, abusaron de ella.
Emelia cuenta que no saben cómo es que la niña logró escapar ni
cuándo exactamente lo hizo. Pero recibió ayuda de una señora que le dio 10
pesos para que pudiera viajar a Juxtlahuaca. Después en Putla otra señora que
la conocía le prestó 30 pesos y así pudo regresar a su casa.
El 12 de julio del año pasado las autoridades ministeriales de
Putla de Guerrero tuvieron conocimiento del caso. La niña, su hermana y abuela
interpusieron una denuncia, por la que se inició la averiguación previa
157/2006, y desde entonces --y pese a las pruebas que arrojó el examen
ginecológico-- nadie ha detenido a los responsables.
Incluso hay temor porque Guadalupe Alejandro, uno de los
presuntos agresores, murió hace diez meses y “existe el rumor de que tenía
sida”, lo que pondría en grave riesgo la salud de la niña que hasta ahora
recibirá atención médica y tratamiento psicológico.
Unos meses desaparecidas
El 5 de julio de 2007, un año después de la violación en
Yosoyuxi, las hermanas Daniela y Virginia Ortiz Ramírez desaparecieron entre
Putla y Juxtlahuaca, y un mes después nadie sabe nada y las autoridades de
procuración de justicia no reportan avances.
Lo único que han obtenido en las instituciones oficiales son
malos tratos, sostiene Emelia, que acompaña a Antonia Ramírez Cruz, madre de
Virginia y maestra bilingüe, quien junto con su hermana Daniela –de 14 años--
viajaría a la comunidad de San Marcos Xinicuesta por sus pertenencias, pues
había conseguido su clave (autorización) para trabajar en Llano La Luz.
Antonia, con un atuendo triqui, no puede comprender lo que pasó
con sus dos hijas, y sospecha que el responsable “es el mismo señor que violó a
la niña… quien tiene a Virginia y a Daniela”.
Afligida, Antonia trata de mantener la calma pero el dolor la
traiciona. Llora, respira y busca algo de fuerza interior.
Dice que sus dos hijas se subieron a un taxi amarillo que casualmente llegó a la comunidad El Rastrojo, donde viven.
Virginia tiene un celular desde el cual la llamaba siempre que salía. Como siempre, Antonia se quedó esperando la llamada, pero durante todo el jueves 5 de julio nada pasó.
Dice que sus dos hijas se subieron a un taxi amarillo que casualmente llegó a la comunidad El Rastrojo, donde viven.
Virginia tiene un celular desde el cual la llamaba siempre que salía. Como siempre, Antonia se quedó esperando la llamada, pero durante todo el jueves 5 de julio nada pasó.
“‘Me voy mamá –me dijo--, voy a llegar hasta el viernes’, pero
no llegó y no me llamó el viernes, entonces pensé que llegaría el sábado, pero
tampoco”, recuerda entre sollozos.
Fue entonces que su hija menor marcó el teléfono para saber de
sus hermanas. Corrió a la cocina para decirle a su mamá que un señor le había
respondido. Se preocupó mucho y volvieron a marcar.
Entonces Antonia escuchó que una mujer respondía y ella preguntó
por su hija Virginia, la respuesta fue: “Aquí no vive, no la conozco”.
Se escuchaba música y hombres platicando fuerte, dice Antonia,
“por eso pensé que algo estaba pasando.
“Pregunté a mis familiares y nadie sabía de ellas. La última vez
que las vieron fue el jueves en Putla. Entonces, como ya tenemos la experiencia
de la otra niña, me asusté mucho, por eso sospecho del mismo señor”, dice con
angustia Antonia.
Como en el caso anterior, la familia Ortiz Ramírez viajó hasta
Putla de Guerrero para interponer una denuncia, por lo que la Procuraduría
local inició la averiguación 187/2007, sin embargo, aún no resuelve los casos.
“Nosotros no podemos entrar a esas comunidades, pero tampoco la policía ha buscado”, dice la madre.
Adriana Ortiz García, tía de las desaparecidas, explica que hay sobradas razones para creer que Timoteo es quien pudiera tenerlas secuestradas, como lo hizo con la otra niña el año pasado.
“Nosotros no podemos entrar a esas comunidades, pero tampoco la policía ha buscado”, dice la madre.
Adriana Ortiz García, tía de las desaparecidas, explica que hay sobradas razones para creer que Timoteo es quien pudiera tenerlas secuestradas, como lo hizo con la otra niña el año pasado.
Timoteo es uno de los dirigentes del MULTI, “el da las órdenes a
las demás personas para que violen a las mujeres”, y las de El Rastrojo parece
se han convertido en sus víctimas más cercanas, al ubicarse a sólo una hora
caminando de Yosoyuxi, comunidad de la que es agente municipal.
YO TE NOMBRO LIBERTAD, CREANDO CONCIENCIA
VERONICA VILLALVAZO
Y desaparición de dos hermanas
Oaxaca: denuncian indígenas triquis violación de una niña
Por: Soledad Jarquín
Edgar/corresponsal
CIMAC | Oaxaca, Oax..- 08/08/2007
La violación tumultuaria contra una
niña de 14 años, ocurrida en julio de 2006 y la desaparición de dos hermanas en
julio de 2007 en la región de la zona baja triqui, ubicada en el oeste de
Oaxaca, fueron denunciadas por familiares, quienes aseguran que las autoridades
no han hecho nada por detener a los responsables y localizar a las
desaparecidas.
Emelia Ortiz, prima hermana de las
desaparecidas, informó que la situación en la zona triqui de Oaxaca es muy
difícil a raíz de los problemas políticos que derivaron en la división del
Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) el año pasado y que dio origen
al Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI).
Uno de los líderes del MULTI es Timoteo
Alejandro Ramírez, quien junto con Francisco Martínez Bautista, Guadalupe
Alejandro Ramírez y Marcos Flores, fueron acusados de ser los responsables de
la violación que sufrió una niña la mañana del 7 de julio de 2006.
Tenemos razones para pensar que el
mismo Timoteo Alejandro Ramírez es el responsable de la desaparición de las
hermanas Virginia y Daniela Ortiz Ramírez, explica Emelia, prima de las dos
mujeres una de 20 años y otra de 14 años de edad, quienes desaparecieron el 5
de julio de 2007 en el tramo carretero Putla-Juxtlahuaca.
En entrevista con Cimacnoticias, Emelia
Ortiz quien acompaña a las familias de las desaparecidas y busca ayuda para que
se haga justicia para las tres mujeres, afirma que la gente de las comunidades
de la zona triqui están cansadas, viven bajo amenazas, crímenes y violaciones a
las mujeres, no importa si tienen o no que ver con los problemas políticos.
Según hay comentarios ?no lo puedo
asegurar- pero dicen que en San Juan Copala fueron violadas las mujeres. Una
señora trató de denunciar pero no fue posible; mejor se fue, cuenta Emelia,
quien muestra desesperación ante la impunidad que prevalece contra las mujeres.
Tanto la gente de Unidad de Bienestar
Social de la Región Triqui (UBISORT) como la del MULTI habían amenazado
"que iban a secuestrar, matar y violar a las mujeres y hombres" nada
más por pertenecer al MULT, organización de la que se separaron el año pasado
las comunidades de Paje Pérez, Santa Cruz Tilapa y Yosoyuxi, de la que es
agente municipal Timoteo Alejandro Ramírez.
Rostros desencajados, desesperación,
lágrimas involuntarias y crisis nerviosas hacen sucumbir a la madre de Daniela
y Virginia Ortiz Ramírez, quienes el 5 de julio pasado desaparecieron en el
trayecto entre Putla de Guerrero y Santiago Juxtlahuaca, mientras sentada de
lado en una silla una adolescente escucha en silencio, se come las uñas, se
encorva, esconde la cara.
UN AÑO ESPERANDO JUSTICIA
Aunque entiende y habla castellano, se
comunica en lengua triqui con Estela. La niña cuenta que el 7 de julio de 2006,
salió junto con su abuelita y su papá de la comunidad de El Rastrojo para
llevar a su abuelita al doctor en Juxtlahuaca.
Por falta de camino, cerrado por el
conflicto político, tuvieron que caminar por una vereda, al llegar cerca de
Yosoyuxi iban a tomar un camión para Juxtlahuaca. Sin embargo, fueron
interceptados por un grupo numeroso de hombres.
Timoteo la tomó del pelo y la arrastró,
ella gritaba y su abuela junto con su papá trataron de impedir que se la
llevaran, pero otro grupo de hombres los llevó hacia otro lado y les dijeron
que se regresarán, que "luego los alcanzaría la niña", pero que si
decían algo los iban a matar a toda la familia.
La niña se come las uñas, esconde su
rostro detrás de su chamarra, su voz es cada vez menos audible. Tiene miedo, le
duele recordar lo que pasó en el monte donde Timoteo, junto con Guadalupe
Alejandro Ramírez, Francisco Martínez Bautista y Marcos Flores, abusaron de
ella.
Emelia cuenta que no saben cómo es que
la niña logró escapar ni cuándo exactamente lo hizo. Pero recibió ayuda de una
señora que le dio 10 pesos para que pudiera viajar a Juxtlahuaca, después en
Putla otra señora que la conocía le prestó 30 pesos y así pudo regresar a su
casa.
El 12 de julio de 2006, las autoridades
ministeriales de Putla de Guerrero tuvieron conocimiento del caso. La niña,
acompañada de su hermana y abuela interpusieron una denuncia, por la que se
inició la averiguación previa número 157/2006, desde entonces y pese a las
pruebas que arrojó el examen ginecológico, nadie ha detenido a los
responsables.
Incluso hay temor porque Guadalupe
Alejandro, uno de sus agresores, murió hace 10 meses y "existe el rumor
que tenía SIDA", lo que pondría en grave riesgo la salud de la niña que
hasta ahora recibirá atención médica y tratamiento psicológico.
UN MES DESAPARECIDAS
El 5 de julio de 2007, un año después
de la violación en Yosoyuxi, las hermanas Daniela y Virginia Ortiz Ramírez
desaparecieron entre Putla y Juxtlahuaca, a poco más de un mes, nadie sabe nada
y las autoridades de procuración de Justicia del estado no tienen avances.
Lo único que han obtenido en las
instituciones gubernamentales son malos tratos, sostiene Emelia, que acompaña a
Antonia Ramírez Cruz, madre de Virginia y maestra bilingüe, quien junto con su
hermana Daniela de 14 años viajaría a la comunidad de San Marcos Xinicuesta por
sus cosas, pues había conseguido su clave (su autorización) para trabajar en
Llano La Luz.
Antonia, vestida en su traje triqui, no
puede comprender lo que pasó con sus dos hijas y sospecha que "es el mismo
señor que violó a la niña? quien tiene a Virginia y a Daniela", sólo de
escuchar eso, la niña esquiva la mirada.
Afligida por sus hijas, Antonia trata
de mantener la calma pero el dolor la traiciona. Llora, respira y busca algo de
fuerza interior. Dice que sus dos hijas se subieron a un taxi de color
amarillo, que casualmente llegó a la comunidad de El Rastrojo donde viven.
Virginia tiene un teléfono celular,
desde el cual la llamaba siempre que salía. Como siempre, Antonia se quedó
esperando la llamada, pero durante todo el jueves 5 de julio nada pasó.
"Me voy mamá ?me dijo-, voy a
llegar hasta el viernes, pero no llegó y no me llamó el viernes, entonces pensé
que llegaría el sábado, pero tampoco llegaron", dice entre sollozos.
Fue entonces cuando su hija menor marcó
el teléfono para saber de sus hermanas. Corrió a la cocina para decirle a su
mamá que un señor le había contestado el teléfono. Se preocupó mucho y
volvieron a marcar, entonces Antonia escuchó que una mujer le contestó y ella
preguntó por su hija Virginia, la respuesta fue: "aquí no vive, no la
conozco".
Se escuchaba música y hombres
platicando fuerte, dice Antonia, por eso pensé que algo estaba pasando.
Pregunté a mis familiares y nadie sabía de ellas, la última vez que las vieron
fue el jueves en Putla. Entonces, como ya tenemos la experiencia de la otra
niña me asusté mucho, por eso sospecho del mismo señor, dice con angustia
Antonia.
Como en el caso anterior, la familia
Ortiz Ramírez viajó hasta Putla de Guerrero para interponer una denuncia, por
lo que la Procuraduría de Justicia del Estado inició la averiguación 187/2007,
sin embargo, nada tienen resuelto, nadie ha buscado a las dos mujeres, una de
ellas menor de edad.
"Nosotros no podemos entrar a esas
comunidades, pero tampoco la policía ha buscado", dice la madre.
Adriana Ortiz García, tía de las
desaparecidas, explica que hay sobradas razones para creer que Timoteo es quién
pudiera tenerlas secuestradas, como lo hizo con la otra niña el año pasado.
Timoteo es uno de los dirigentes del MULTI, "el da las órdenes a las demás personas para que violen a las mujeres" y las mujeres de El Rastrojo parece se han convertido en sus víctimas más cercanas al ubicarse a sólo una hora caminando de Yosoyuxi, comunidad de la que es agente municipal.
Timoteo es uno de los dirigentes del MULTI, "el da las órdenes a las demás personas para que violen a las mujeres" y las mujeres de El Rastrojo parece se han convertido en sus víctimas más cercanas al ubicarse a sólo una hora caminando de Yosoyuxi, comunidad de la que es agente municipal.
Yéssica Sánchez Maya, presidenta de la
Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) Oaxaca, destaca
que ambos casos revelan la situación que viven las mujeres triquis frente a los
conflictos políticos y donde no hay interés de las autoridades, pese a que hay denuncias y averiguaciones,
así como pronunciamientos de los dirigentes del MULT para dar con el paradero
de las mujeres y castigar a los responsables.
Adelantó que ante la falta de justicia
en el caso de violación a la menor de edad y el secuestro o desaparición de las
dos mujeres, ambos casos podrían ser presentados ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos en la visita que realizará a Oaxaca este
viernes.
SAN JUAN
COPALA ES ESCENARIO DE LUCHA ENTRE COMUNIDADES
Por rencillas políticas siguen secuestradas 2 triquis en
Oaxaca
Octavio Vélez Ascencio (corresponsal)
Oaxaca, Oax., 9 de agosto.
Dos indígenas triquis de la comunidad San Juan Copala,
municipio de Santiago Juxtlahuaca, afiliadas al Movimiento Unificador de Lucha
Triqui (MULT), fueron secuestradas desde julio pasado por miembros del
disidente Movimiento Unificador de Lucha Triqui Independiente (MULTI).
“Es una venganza política, pero nosotros no tenemos nada que
ver; que busquen a los hombres con quien tienen problemas”, denunció Emelia
Ortiz García, prima de las mujeres desaparecidas desde julio.
Las indígenas Virginia Ortiz Ramírez, maestra de educación
primaria bilingüe, y su hermana menor, Daniela, se trasladaban el 5 de julio, a
bordo de un taxi, de El Rastrojo a Putla Villa de Guerrero, pero no llegaron a
su destino y desde entonces sus familiares desconoce su paradero.
Ortiz García responsabilizó de los hechos a Timoteo Alejandro
Ramírez y a miembros del ayuntamiento Popular de San Juan Copala, encabezado
por Juan Ramírez Flores.
Aseguró que el 7 de julio, este último secuestró y violó a la
menor de edad Lucila Martínez Hernández, y hasta ahora no sido detenido y
castigado a pesar de haberse levantado la averiguación previa 157/2006. “Son
una banda de delincuentes”, asentó.
Mencionó que el MULTI bloqueó desde hace varios días el
camino que conduce a San Juan Copala dejando incomunicadas a 18 comunidades.
Demandó al procurador de Oaxaca, Evencio Martínez Ramírez, investigar la
desaparición de sus primas para lograr su presentación con vida, pues pese a
existir la denuncia penal 187/2007 no han sido localizadas.
Mientras tanto, Yésica Sánchez Maya, presidenta de la filial
Oaxaca de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos, en
representación del Colectivo Huaxyacac, condenó la violencia de género.
Hizo un llamado a los grupos políticos a anteponer el diálogo
en la resolución de conflictos, ya que es evidente que las vías establecidas
están medrando la vigencia y goce de los derechos humanos de las mujeres.
Además, exigió a las autoridades que cumplan con su deber de
investigar los hechos, encontrar a las víctimas y castigar, conforme a la ley,
a los responsables.
Desaparición y violación de mujeres permanecen en
la impunidad en zona trique, denuncian
|
Jueves,
09 de Agosto de 2007 | 21:00
|
Jorge
Vega Aguilar
Cuatro organizaciones defensoras de los derechos
humanos condenaron la violencia feminicida que prevalece en la región triqui
e hicieron un llamado a los grupos políticos a anteponer el dialogo en la
resolución de conflictos, ya que es evidente que las vías establecidas están
medrando vigencia y goce de los derechos humanos de las mujeres.
Denunciaron la desaparición de dos jóvenes sin
que hasta el momento se haya investigado al respecto, y la violación
tumultuaria de una niña de trece años permanece en la impunidad. pese a que
existe denuncia por los hechos.
Refirieron que el 7 de julio de 2006, una menor
de 13 años de edad, originaria de El Rastrojo, Copala, fue secuestrada y
violada tumultuariamente por cuatro hombres.
Ese día su abuela de avanzada edad se enfermó y
su padre, que no habla español, le pidió que la acompañara a Juxtlahuaca al
médico.
Caminaron por la vereda hacia Yosoyuxi para
posteriormente tomar un transporte hacia Juxtlahuaca, pero antes de llegar a
la carretera había varios pobladores de Yosoyuxi, Unión de los Ángeles y
Guadalupe Tilaza, a los que el padre logró identificar.
Uno de ellos tomó a la niña del cabello y se la
llevaron; la abuela y el padre trataron inútilmente de defenderla,
forcejeando con los agresores; a la menor la violaron, se la llevaron a Putla
y de ahí escapó y como pudo se regresó sola a su hogar, el 11 de julio
pasado.
Al día siguiente ella y su familia interpusieron
la denuncia correspondiente quedando registrada bajo la Averiguación previa
No. 157/2006 de la agencia del Ministerio Público de Putla de Guerrero.
La niña Lucía narró la violación de que fue objeto,
se comprobaron médicamente los hechos e identificó plenamente a sus
agresores; pero hasta el momento no se ha sancionado jurídicamente a nadie
por ello.
DENUNCIAN DESAPARICIÓN DE DOS JÓVENES
La Liga Mexicana de los Derechos Humanos
(Limedhh), filial Oaxaca, indicó que el 25 de julio de 2007 acudió a sus
oficinas la señora Antonia Ramírez Cruz originaria de El Rastrojo Copala,
Juxtlahuaca, para solicitar el acompañamiento en la denuncia y búsqueda de
sus dos hijas desaparecidas desde el jueves 5 de julio de 2007, en el
trayecto de Putla a Juxtlahuaca.
Se trata de Virginia y Daniela Ortiz Ramírez.
La primera tiene 20 años de edad, mide 1.36
metros de altura., es de complexión delgada, tez morena clara, pelo castaño
largo hasta la cintura, ojos negros, y como seña particular tiene una
cicatriz en almejilla derecha y un lunar al centro del cuello; ella es
profesora de educación primaria bilingüe, su centro de trabajo se ubica en la
comunidad de La Luz Llano Nopal, Copala.
La segunda tiene 14 años de edad, mide 1.38
metros de altura, es de complexión robusta, tez morena clara, pelo negro y
corto, ojos negros; estudia en la Escuela Secundaria de su comunidad en El
Rastrojo Copala.
La madre de las jóvenes desaparecidas refiere que
Virginia salió el jueves hacia la comunidad de Xinicuesta a recoger unas
pertenencias porque se iba a cambiar de centro de trabajo a La Luz Llano
Nopal, su hermana Daniela la acompañó; ellas dijeron que regresarían el día
viernes, pero no se comunicaron por teléfono como lo tenían previsto.
El sábado, desesperada por no saber de sus hijas,
la señora Antonia trató de comunicarse con ellas al teléfono celular,
contestando otras personas que le decían que "ahí no vivía
Virginia", se oía música, y entonces sospechó que algo les había pasado,
pues tenía el antecedente del secuestro y violación de una familiar.
Inmediatamente la familia interpuso la denuncia
que quedó bajo la Averiguación No. 187/2007 en la agencia del Ministerio
Público de Putla de Guerrero, a fin de que se iniciara su búsqueda, pues
ellos como los pobladores de El Rastrojo no pueden ingresar a algunas de las
comunidades triquis donde probablemente las tengan secuestradas.
A un mes de la desaparición de las dos jóvenes
hasta el momento las autoridades competentes no han hecho nada, indicó la
Limeddh.
Ante esa situación, tanto esta organización como
el Grupo de Apoyo y estudio de la Mujer (GAEM), la agrupación Luna de Sur, y
el Consorcio para el Dialogo Parlamentario y la equidad Oaxaca anunciaron que
acompañarán a la familia de la señora Antonia Ramírez Cruz en la búsqueda de
las jóvenes desaparecidas Virginia Ortiz Ramírez y Daniela Ortiz Ramírez, y
denunciaron públicamente la violación a los derechos humanos en que el Estado
está incurriendo ante la omisión de garantizar la seguridad y la integridad
física y psicológica de las víctimas.
Exigieron a las autoridades que cumplan con su
deber de investigar los hechos, encontrar a las víctimas y castigar de
acuerdo a la ley a los responsables.
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Piden presentación con vida de indígenas triquis
11:35:06 09-08-2007.
11:35:06 09-08-2007.
Oaxaca, Oax. 9 de agosto de 2007 (Quadratín).- La señora Emelia Ortiz
García, exigió la aparición con vida de Virgina y Daniela Ortiz Ramírez,
militantes del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (Mult).
De acuerdo con los datos personales que dio, Virginia cuenta con 20 años
de edad, es maestra de educación primaria bilingüe en la zona trique, mide 1.36
metros, de complexión delgada y desapareció el 5 de julio de este 2007.
Daniela Ortiz tiene 14 años de edad, mide 1.38 metros, es de complexión
robusta, tez morena, estudiante de la secundaria de la comunidad de El
rastrojo, Copala. Ambas personas desaparecieron en el trayecto de Putla hacia
Juxtlahuaca.
Responsabilizó de la desaparición a integrantes del Movimiento
Unificador de Lucha Triqui Independiente (Multi), entre ellos a Timoteo
Alejandro Ramírez, a quien acusa de violar a la niña Lucía martínez Hernández.
Esto, dijeron, ocurrió el año pasado en la misma comunidad de San Juan
Copala.
Según los hechos, la niña Lucía escapó de sus agresores el día 11 de
julio y al día siguiente presentó la denuncia ante el ministerio público en
Putla de Guerrero.
La menor identificó plenamente a sus agresores, sin embargo, no se ha
sancionado jurídicamente a ninguno de los responsables.
Raquel Chávez, de la organización Católicas por el derecho a decidir,
exigió a las autoridades cumplir con su deber de investigar los hechos,
encontrar a las víctimas y castigar de acuerdo a la ley a los responsables.
Señaló que la desaparición refleja la violencia extrema hacia las
mujeres de la zona triqui lo que da muestra que Oaxaca repite patrones de lo
que hoy ocurre en lugares como Ciudad Juárez y Guerrero.
Ninguna noticia sobre las 2 jóvenes triquis, dice PGJE de
Oaxaca
Redacción | Publicado el 2007-09-01 00:32:27 |
Desaparecidas
hace 55 días
Por Soledad Jarquín Edgar/corresponsal
Por Soledad Jarquín Edgar/corresponsal
Oaxaca, Oax., 31 agosto 07 (CIMAC).- A 55 días de la desaparición
de Virginia y Daniela Ortiz Ramírez, en la región que ocupa el grupo indígena
triqui, las autoridades de la entidad no tienen respuesta para la familia,
aunque señalan que están investigando.
La región triqui ocupa aproximadamente 500 kilómetros, al occidente del estado, en la Sierra de Chicahuaxtla, que se desprende de la Sierra Madre del Sur.
La región triqui ocupa aproximadamente 500 kilómetros, al occidente del estado, en la Sierra de Chicahuaxtla, que se desprende de la Sierra Madre del Sur.
Virginia Ortiz Ramírez, maestra
bilingüe, de 20 años de edad, y su hermana Daniela, de 16 años, salieron de su
casa ubicada en la comunidad de El Rastrojo hacia San Marcos Xinicuesta, donde
recogería sus pertenencias, pues había logrado un cambio a la comunidad de
Llano Nopal, mucho más cerca de su familia.
Sin embargo, las hermanas Ortiz
Ramírez quienes viajaron en taxi de El Rastrojo a Putla, donde se cree tomaron
otro medio de transporte habrían desaparecido entre esa cabecera distrital y
Juxtlahuaca.
Su desaparición explicó Emelia
Ortiz, tía de las niñas, estaría relacionada con la violencia que sufren las
mujeres triquis a raíz de los problemas políticos que enfrentan los diferentes
grupos, como Unificación y Lucha Triqui (MULT), Movimiento de Unificación y
Lucha Triqui Independiente (Multi) que se separó hace un año del primero, y
Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort).
VIVAS O MUERTAS
Antonia Ramírez Cruz, madre de
Virginia y Daniela muestra desesperación por no saber nada de sus hijas desde
el 5 de julio. "Las quiero vivas o muertas, pero ya las quiero ver",
sostiene a Cimacnoticias.
Junto con Emelia, explica que en
días pasados durante una entrevista con el procurador de Justicia del Estado,
Evencio Nicolás Martínez Ramírez, le hicieron la misma petición pues el tiempo
avanza y no saben nada de Virginia y Daniela, quienes podrían estar sufriendo
mucho.
Recuerdan que el teléfono celular de
Virginia, al que quisieron comunicarse el 6 de julio pasado para saber de ellas
fue contestado primero por un hombre, luego por una mujer, ésta última indicó
que "no conocía a Virginia y le colgó".
La experiencia, entre las mujeres
triquis ha dejado marcas dolorosas. Recuerdan que el conflicto político ha
provocado hechos de violencia en los cuerpos de las mujeres, "hay reportes
de violaciones a mujeres por pertenecer a grupos políticos o comunidades
contrarias" e incluso por parte de elementos del Ejército Mexicano durante
la década de los años ochenta.
Por ello, Antonia tiene miedo por
sus hijas y miedo de que suceda con ellas lo mismo que han pasado otras
mujeres. Como la niña de 14 años que fue violada en Yosoyuxi por cuatro sujetos
en julio de 2006, mismos que fueron denunciados y que hasta ahora no han sido
aprehendidos.
Emelia Ortiz sostiene que las
autoridades judiciales tienen la responsabilidad de resolver el problema de
inseguridad en que viven las mujeres triquis, "si no hay castigo
seguiremos denunciando este tipo de casos", sostiene al tiempo de reiterar
el rechazo de las mujeres de este grupo étnico a que la zona sea ocupada por
elementos del Ejército Mexicano.
Sabemos, dice, que existe la
propuesta de Ubisort para que los militares vayan a la región para una campaña
de despistolización, como una alternativa para quitar la violencia que vive la
zona, pero nosotras no queremos nada de eso, insiste.
ESTAMOS INVESTIGANDO
Por su parte, el Procurador de
Justicia del Estado de Oaxaca sostiene que están investigando pero todavía no
hay ninguna noticia sobre el paradero de las jóvenes, porque es difícil entrar
a la zona como resultado de los problemas que sostienen los diferentes grupos
políticos.
Apunto que hay un operativo con elementos
de las policías ministeriales de Juxtlahuaca y Putla, mientras por otro lado se
ha entrevistado, por separado, con los líderes del MULT, Multi y Ubisort para
buscar como solucionar el problema, "buscando la firma de un pacto de paz
y de civilidad entre ellos".
Martínez Ramírez sostiene que
"por ahora están limitados para 'peinar' la zona, por las condiciones
políticas", pero confió en que "podrán encontrar con vida a Virginia
y Daniela, tengo la esperanza de que las tengan escondidas en algún lugar, situación
que impide, incluso, la detención de los agresores sexuales de una niña, acto
cometido en 2006", dice a Cimacnoticias. 07/SJ/GG/CV
Aún no halla PGJE
a las 2 triquis desaparecidas hace 55 días; estamos investigando, dice
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Sábado, 01 de Septiembre de 2007 | 23:58
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Soledad Jarquín Edgar / CIMAC
A 55 días de la desaparición de
Virginia y Daniela Ortiz Ramírez, en la región que habita los triquis, las
autoridades de la entidad no tienen respuesta para la familia, aunque señalan
que están investigando.
La región triqui ocupa
aproximadamente 500 kilómetros, al occidente del estado, en la Sierra de
Chicahuaxtla, que se desprende de la Sierra Madre del Sur.
Virginia Ortiz Ramírez, maestra
bilingüe, de 20 años de edad, y su hermana Daniela, de 16 años, salieron de
su casa ubicada en la comunidad de El Rastrojo hacia San Marcos Xinicuesta,
donde recogería sus pertenencias, pues había logrado un cambio a la comunidad
de Llano Nopal, mucho más cerca de su familia.
Sin embargo, las hermanas Ortiz Ramírez
quienes viajaron en taxi de El Rastrojo a Putla, donde se cree tomaron otro
medio de transporte habrían desaparecido entre esa cabecera distrital y
Juxtlahuaca.
Su desaparición explicó Emelia Ortiz,
tía de las niñas, estaría relacionada con la violencia que sufren las mujeres
triquis a raíz de los problemas políticos que enfrentan los diferentes
grupos, como el de Unificación y Lucha Triqui (MULT), el Movimiento de
Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULT-I) que se separó hace un año
del primero, y Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort).
VIVAS O MUERTAS
Antonia Ramírez Cruz, madre de
Virginia y Daniela muestra desesperación por no saber nada de sus hijas desde
el 5 de julio. "Las quiero vivas o muertas, pero ya las quiero
ver", sostiene a Cimacnoticias,
Junto con Emelia, explican que en
días pasados durante una entrevista con el procurador de Justicia del Estado,
Evencio Nicolás Martínez Ramírez le hicieron la misma petición, pues el
tiempo avanza y no saben nada de Virginia y Daniela, quienes podrían estar
sufriendo mucho.
Recuerdan que el teléfono celular de
Virginia, al que quisieron comunicarse el 6 de julio pasado para saber de
ellas fue contestado primero por un hombre, luego por una mujer, ésta última
indicó que "no conocía a Virginia y le colgó".
AMARGAS EXPERIENCIAS
La experiencia, entre las mujeres
triquis ha dejado marcas dolorosas. Recuerdan que el conflicto político ha
provocado hechos de violencia en los cuerpos de las mujeres, "hay
reportes de violaciones a mujeres por pertenecer a grupos políticos o
comunidades contrarias" e incluso por parte de elementos del Ejército
Mexicano durante la década de los años ochenta.
Por ello, Antonia tiene miedo por sus
hijas y miedo de que suceda con ellas lo mismo que han pasado otras mujeres.
Como la niña de 14 años que fue violada en Yosoyuxi por cuatro sujetos en
julio de 2006, mismos que fueron denunciados y que hasta ahora no han sido
aprehendidos.
Emelia Ortiz sostiene que las
autoridades judiciales tienen la responsabilidad de resolver el problema de
inseguridad en que viven las mujeres triquis, "si no hay castigo
seguiremos denunciando este tipo de casos", sostiene al tiempo de
reiterar el rechazo de las mujeres de este grupo étnico a que la zona sea
ocupada por elementos del Ejército Mexicano.
Sabemos, dice, que existe la
propuesta de Ubisort para que los militares vayan a la región para una
campaña de despistolización, como una alternativa para quitar la violencia
que vive la zona, pero nosotras no queremos nada de eso, insiste.
"ESTAMOS INVESTIGANDO"
Por su parte, el Procurador de
Justicia del Estado de Oaxaca sostiene que están investigando pero todavía no
hay ninguna noticia sobre el paradero de las jóvenes, porque es difícil
entrar a la zona como resultado de los problemas que sostienen los diferentes
grupos políticos.
Apunto que hay un operativo con
elementos de las policías ministeriales de Juxtlahuaca y Putla, mientras por
otro lado se ha entrevistado, por separado, con los líderes del MULT, MULTI y
Ubisort para buscar como solucionar el problema, "buscando la firma de
un pacto de paz y de civilidad entre ellos".
Martínez Ramírez sostiene que
"por ahora están limitados para "peinar" la zona, por las
condiciones políticas", pero confió en que "podrán encontrar con
vida a Virginia y Daniela, tengo la esperanza de que las tengan escondidas en
algún lugar, situación que impide, incluso, la detención de los agresores
sexuales de una niña, acto cometido en 2006", señaló a Cimacnoticias.
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EXIGEN
ACLARAR EL SECUESTRO DE DOS INDÍGENAS TRIQUIS
Octavio Vélez Ascencio (Corresponsal)
Oaxaca, Oax., 5 de septiembre.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE)
justifica su falta de avances en las investigaciones del secuestro de las
indígenas triquis Virginia y Daniela Ortiz Ramírez, originarias de San Juan
Copala, municipio de Santiago Juxtlahuaca, afiliadas al Movimiento Unificador
de Lucha Triqui (MULT), con el argumento de que “es difícil entrar a la zona
por la presencia de grupos políticos”, dieron a conocer familiares de las
jóvenes.
Virginia y Daniela fueron raptadas el 5 de julio de 2007,
supuestamente por miembros del Movimiento Unificador de Lucha Triqui
Independiente (MULTI, disidente del MULT), cuando se dirigían en taxi de El
Rastrojo a Putla Villa de Guerrero, y desde entonces se desconoce su paradero,
señaló Emelia Ortiz García, prima de las desaparecidas.
En conferencia de prensa, acompañada de la presidenta en
Oaxaca de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh),
Yésica Sánchez Maya, Ortiz García indicó que la familia solicitó información a
diferentes instancias, que han dado excusas para negar información, y en su
lugar recibe malos tratos.
Consideró que la política misógina y feminicida del gobierno estatal que encabeza
Ulises Ruiz Ortiz, “está dejando en la impunidad los crímenes cometidos contra
las mujeres”.
Destacó que en una reunión, el procurador de justicia
estatal, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, “en el colmo de la burla, la falta
de sensibilidad y en un tono por demás agresivo”, les dijo: “si quieres, puedes
ir a toda la región a buscar a tu familia, hasta voy a aplaudir si vas a hacer
eso”.
Emelia Ortiz responsabilizó del secuestro a Timoteo Alejandro
Ramírez y a miembros del ayuntamiento popular de San Juan Copala, encabezado
por Juan Ramírez Flores, militantes del MULTI.
Sostuvo que el gobierno estatal “piensa que debido a la
violencia que vive la región triqui, la forma de resolver los conflictos es
militarizar la zona”.
De su lado, Yésica Sánchez Maya manifestó que al no existir
algún avance, “la violencia feminicida se consolida por la complicidad,
omisión, discriminación y misoginia” de las autoridades.
MIÉRCOLES,
5 DE SEPTIEMBRE DE 2007
Sin avances en la investigación del caso de mujeres indígenas triquis
desaparecidas
Sin avances en
la investigación del caso de mujeres indígenas triquis desaparecidas
Oaxaca, (México). 05 de Septiembre.- Familiares de dos mujeres desaparecidas en la región Triqui, denunciaron que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) aun no tiene avances en este caso, con la excusa “que es difícil entrar a la zona por la presencia de grupos políticos”.En conferencia de prensa, Emelia Ortiz, familiar de las desaparecidas informó que el procurador Evencio Martínez Nicolás ha manifestado que no se tiene avances porque la región es una zona donde existen conflictos políticos entre organizaciones.Las dos mujeres, Virginia y Daniela Ortiz Ramirez desaparecieron el 5 de julio del 2007 en el trayecto de Putla de Guerrero a Juxtlahuaca, ante ello se inició la averiguación previa 187/2007, sin embargo, hasta el momento no se tienen resultados.La presidenta de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh-Oaxaca), Yesica Sánchez Maya manifestó que al no existir algún avance “la violencia feminicida se consolida por la complicidad, omisión, discriminación y misoginia”.Los familiares y la defensora de derechos humanosinformaron que existe una denuncia de una menor de edad en la misma región, que fue violada sexualmente, sin embargo, tampoco se ha tenido avances.En lo que va del año, la Limeddh tiene documentados tres casos de mujeres desaparecidas en la zona urbana, y ahora estos dos, registrados en la región triqui.Por su parte Raquel Chávez, colaboradora de la Limeddh, señaló que la declaración del procurador Evencio Martínez sobre la aparición de 120 mujeres que supuestamente estaban desaparecidas, es una “simulación”, ya que los familiares ni las aparecidas han hecho público este hecho.El procurador había informado que se habían localizado 120 mujeres que se reportaban como desaparecidas, las cuales habían desaparecido por problemas familiares y personales, ante ello, Chávez dijo que “la mayoría de las desaparciones son forzadas y no son por problemas familiares”.
http://www.oloramitierra.com.mx/?mod=read&sec=general&id=13802&titulo=Sin_avances_en_la_investigaci%C3%B3n_del_caso_de_mujeres_ind%C3%ADgenas_triquis_desaparecidas
Denuncia
Limeddh política misógina del gobierno estatal ante abusos en la zona Triqui
por
Salvador GARCÍA MARTÍNEZ, Adn,
Septiembre
05,2007
Oaxaca de Juárez.- La Liga Mexicana
por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), denunció el “tortuguismo” de
la Procuraduría General de Justicia del Estado, en el caso de desaparición de
Virginia y Daniela Ortiz Ramírez y de la violación de otra indígena Triqui
Lucila Martínez Hernández.
En conferencia de prensa, los
familiares acusaron al Procurador General de Justicia, Evencio Nicolás Martínez
Ramírez, de presentar excusas para no intervenir y realizar una verdadera
investigación, tales como la existencia de grupos políticos violentos.
Expresaron que con ese pretexto no
quiere arriesgar a sus “elementos ministeriales” y por ello no entran en la
región triqui, según los familiares de las jovencitas desaparecidas desde el 5
de julio de este año, de la cual existe la Averiguación Previa número 187/2007,
la Procuraduría ha dado largas a esa investigación.
Finalmente expresaron que al justificar la omisión y
lentitud de las investigaciones el procurador refleja la política de impunidad
que ha caracterizado al gobierno actual y denota el desprecio hacia la
condición de ser “indígena” y “ser mujer”, destacaron.
Oaxaca:
cumplen 60 días desaparecidas dos hermanas triquis
Por: Soledad Jarquín Edgar/corresponsal
CIMAC | Oaxaca.- 06/09/2007
La política de
impunidad que ha caracterizado al gobierno del estado de Oaxaca se vuelve a
reflejar en la falta de respuesta para la familia de Virginia y Daniela Ramírez
Ortiz, quienes hoy cumplen 60 días desaparecidas en la región de la zona
triqui.
En conferencia de
prensa, Yéssica Sánchez Maya, presidenta de la filial Oaxaca de la Liga
Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), dijo que acompañarán
el caso de las hermanas Ramírez Ortiz, desaparecidas desde el 5 de julio
pasado, y el caso de impunidad que persiste en la violación de una niña de 13
años, hechos ocurridos en 2006.
Junto con Antonia
Ortiz, madre Virginia y Daniela, así como sus tías Emelia y Adriana, Sánchez
Maya denunció en conferencia de prensa la política misógina y feminicida del
gobierno oaxaqueño, al dejar en impunidad los crímenes cometidos contra las
mujeres y al actuar con indiferencia y sarcasmo ante quienes denuncian estos
hechos.
Lo anterior, luego de
que el pasado 29 de agosto el grupo de mujeres triquis se entrevistara por
segunda ocasión con el procurador Evencio Nicolás Martínez Ramírez y entre
aplausos y en tono de burla le dijo a la madre de las dos jóvenes desaparecidas
que si quieres puedes ir a toda la región triqui a buscar a tu familia, hasta
voy a aplaudir si vas a hacer eso.
Sánchez Maya apuntó
que es evidente que el Procurador de Justicia de Oaxaca no entiende la
desesperación de la señora Antonia ante la desaparición de sus dos hijas y
porque sabe que las dificultades políticas de la zona triqui impiden a estas
mujeres ir de una comunidad a otra.
Además, el
funcionario estatal justifica la falta de efectividad en las investigaciones en
los problemas políticos y ha señalado en las entrevistas con las mujeres
triquis que no va a arriesgar a su gente, lo que quiere decir que las mujeres
seguirán viviendo en medio de la injusticia y la impunidad.
Antonia, Emelia y
Adriana Ortiz rechazaron cualquier posibilidad de que la zona sea militarizada
con el pretexto de que se acopien las armas a cambio de programas sociales como
habría propuesto la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort), pese
a la oposición de los otros grupos políticos.
Las mujeres explicaron que en la década de los ochenta, una partida de
soldados ocupó el territorio triqui, siendo las mujeres las que se llevaron la
peor parte, al sufrir violaciones por parte de los militares y otro tipo de
vejaciones, además de saqueos y robos en sus casas, detenciones ilegales e
incendios, fue la época más aterrorizante.
Al justificar la omisión o la lentitud de los procesos judiciales, las respuestas del Procurador reflejan la política de impunidad que vive Oaxaca y desprecio a la condición étnica y sexual, dejándoles ver que no tienen otra opción que conformarse, cuando es su obligación impartir justicia de manera expedita.
Al justificar la omisión o la lentitud de los procesos judiciales, las respuestas del Procurador reflejan la política de impunidad que vive Oaxaca y desprecio a la condición étnica y sexual, dejándoles ver que no tienen otra opción que conformarse, cuando es su obligación impartir justicia de manera expedita.
LA JORNADA
Exigen aclarar el secuestro de dos indígenas triquis.
Exigen aclarar el secuestro de dos indígenas triquis.
OCTAVIO VELEZ ASCENCIO (CORRESPONSAL)
Viernes 7 de septiembre de 2007, por Limeddh
Viernes 7 de septiembre de 2007, por Limeddh
Oaxaca, Oax., 5 de septiembre. La
Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) justifica su falta de
avances en las investigaciones del secuestro de las indígenas triquis Virginia
y Daniela Ortiz Ramírez, originarias de San Juan Copala, municipio de Santiago
Juxtlahuaca, afiliadas al Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), con el
argumento de que “es difícil entrar a la zona por la presencia de grupos políticos”,
dieron a conocer familiares de las jóvenes.
Virginia y Daniela fueron raptadas el 5 de julio de 2007, supuestamente por miembros del Movimiento Unificador de Lucha Triqui Independiente (MULTI, disidente del MULT), cuando se dirigían en taxi de El Rastrojo a Putla Villa de Guerrero, y desde entonces se desconoce su paradero, señaló Emelia Ortiz García, prima de las desaparecidas.
Virginia y Daniela fueron raptadas el 5 de julio de 2007, supuestamente por miembros del Movimiento Unificador de Lucha Triqui Independiente (MULTI, disidente del MULT), cuando se dirigían en taxi de El Rastrojo a Putla Villa de Guerrero, y desde entonces se desconoce su paradero, señaló Emelia Ortiz García, prima de las desaparecidas.
En conferencia de prensa, acompañada de
la presidenta en Oaxaca de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos
Humanos (Limeddh), Yésica Sánchez Maya, Ortiz García indicó que la familia
solicitó información a diferentes instancias, que han dado excusas para negar
información, y en su lugar recibe malos tratos.
Destacó que en una reunión, el
procurador de justicia estatal, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, “en el colmo
de la burla, la falta de sensibilidad y en un tono por demás agresivo”, les
dijo: “si quieres, puedes ir a toda la región a buscar a tu familia, hasta voy
a aplaudir si vas a hacer eso”.
Emelia Ortiz responsabilizó del
secuestro a Timoteo Alejandro Ramírez y a miembros del ayuntamiento popular de
San Juan Copala, encabezado por Juan Ramírez Flores, militantes del MULTI.
Sostuvo que el gobierno estatal “piensa
que debido a la violencia que vive la región triqui, la forma de resolver los
conflictos es militarizar la zona”.
De su lado, Yésica Sánchez Maya
manifestó que al no existir algún avance, “la violencia feminicida se consolida
por la complicidad, omisión, discriminación y misoginia” de las autoridades.
Consideró que la política misógina y
feminicida del gobierno estatal que encabeza Ulises Ruiz Ortiz, “está dejando
en la impunidad los crímenes cometidos contra las mujeres”.
Triquis
septiembre
09, 2007
Oaxaca, Oax., 8 de octubre (apro-cimac).- En la zona
triqui, ubicada al oeste de la ciudad de Oaxaca, los conflictos políticos han
contribuido a la permanente marginación y pobreza, así como a la generación de
violencia permanente, donde las mujeres han sufrido “la peor parte”:
violaciones sexuales, desapariciones y desalojos son constantes, mientras los
responsables se pasean impunemente por la región.
Para las víctimas y sus familiares, la pasividad de las
autoridades es inexplicable, como en el caso de la desaparición de las hermanas
Virginia y Daniela Ramírez Ortiz, de 20 y 14 años de edad, respectivamente,
quienes desaparecieron hace 90 días.
“Ninguna autoridad nos da razón” de ellas, pese a que el procurador
Evencio Nicolás Martínez Ramírez, prometió en agosto pasado que haría “lo
posible” para encontrarlas, aunque advirtió que sería difícil por los
conflictos políticos que hay en la región, se queja Emelia Ortiz, prima de las
dos muchachas desaparecidas.
Emelia señala que la desaparición de sus primas “podría
estar relacionada” con los problemas políticos que enfrentan los grupos que se
disputan el poder en la región, ya que ellas pertenecen al Movimiento
Unificador de Lucha Triqui (MULT), del cual, por diferencias políticas,
surgieron el MULT Independiente (MULTI) y la Unidad de Bienestar Social de la
Región Triqui (Ubisort) en 1977.
El 5 de julio las dos hermanas viajaron a la población San
Marcos Xinicuesta a recoger las pertenencias de Virginia, profesora bilingüe,
quien había conseguido su clave para trabajar en la localidad Lano la Luz, más
cerca de El Rastrojo, su familia. Sin embargo, nunca llegaron a su destino.
Desde entonces ninguna autoridad ha dado razón del paradero
de ambas mujeres, cuyos familiares interpusieron una denuncia por la
desaparición ante la Subprocuraduría de Justicia del estado, con sede en
Juxtlahuacaca, que inició la averiguación 187/2007 desde julio pasado.
De acuerdo con Emelia Ortiz, las dos jóvenes, habrían
desaparecido en el tramo carretero entre Putla y Juxtlahuaca, y lo único que
saben es que tomaron un taxi para salir de El Rastrojo. Días después llamaron
al celular de Virginia, pero se dieron cuenta de que estaba en poder de otras
personas. Primero contestó un hombre; después, una mujer que negó conocerlas.
El 29 de agosto pasado, Emelia y la madre de las dos
jóvenes desaparecidas se entrevistaron por última vez con el procurador de
Justicia, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, quien no dio ninguna esperanza a la
familia de Virginia y Daniela.
La desaparición de las hermanas Ramírez Ortiz no es el
único caso en el que las autoridades han demostrado su ineficacia para hacer
justicia. Dos días después de se perdió el rastro de Virginia y Daniela, una
niña de 14 años fue víctima de una violación tumultuaria. Hasta la fecha sus
agresores no han sido detenidos, pese a que existe una denuncia, pruebas del
médico forenses que revelan la agresión y que la niña identificó a sus
victimarios: Timoteo Alejandro Ramírez, Francisco Martínez Bautista, Guadalupe
Alejandro Ramírez y Marcos Flores, todos ellos integrantes del MULTI.
De acuerdo con la familia de Virginia y Daniela, estas
mismas personas podrían ser los responsables de la desaparición de la maestra
bilingüe y su hermana.
En el mismo mes de julio 10 mujeres fueron desalojadas
violentamente de sus viviendas en la población de San Juan Copala, por
integrantes del MULTI y de la Ubisort. Desde entonces, todas ellas viven
refugiadas en El Rastrojo.
Nada se ha dicho de todo esto desde entonces y como en el
caso de la niña violada y ahora la desaparición de las hermanas Ramírez Ortiz,
ninguna autoridad hace nada. “Tenemos tres meses esperando una respuesta, que
nos digan algo, pero ni siquiera nos han llamado”, concluyó Emelia Ortiz, prima
de las desaparecidas.
Sin embargo, la violencia contra las mujeres no se ha
detenido. El pasado 1 de octubre, en la ciudad de Tlaxiaco, una menor de edad
fue víctima de agresión sexual. La niña fue localizada inconsciente en el
paraje El Chorro.
El coordinador del Centro de Derechos Humanos Nu´u Ji
Kandii, Rolando González Espinosa, asegura que este hecho se suma a una serie
de actos de violencia contra mujeres, que ubica a esta ciudad entre una de las
más violentas de la entidad. “Lo más indignante que la mayoría de los casos
quedan impunes”, lamenta.
Exige el
MULT encontrar a militantes
Asegura que fueron
secuestradas y acusa a la Procuraduría de negar información
Octavio Vélez Ascencio
(Corresponsal)
Oaxaca, Oax., 27 de
septiembre. Cientos de militantes del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui
(MULT) marcharon en esta ciudad para demandar a la Procuraduría General de
Justicia del estado (PGJE) acelerar las investigaciones sobre la desaparición
de sus militantes Virginia y Daniela Ortiz Ramírez, ocurrida el 5 de julio.
Emelia Ortiz García, prima
de las desaparecidas, informó que éstas fueron “secuestradas” por miembros del
MULT-Independiente (que encabeza el ayuntamiento popular de San Juan Copala) en
el trayecto de El Rastrojo a Putla Villa de Guerrero.
La familia, dijo, ha
solicitado información a la PGJE, pero los funcionarios les responden con
“excusas” y malos tratos y les niegan información. El procurador Evencio
Nicolás Martínez Ramírez, “en el colmo de la burla y la falta de sensibilidad,
y en un tono por demás agresivo” le dijo: “Si quieres, puedes ir a toda la
región a buscar a tu familia, hasta te voy a aplaudir si haces eso”.
Heriberto Pazos Ortiz, dirigente
del MULT, exigió a la PGJE un informe sobre los avances de las indagatorias y
que un grupo de agentes ministeriales se dedique a localizar con vida a sus dos
compañeras. “Lo que queremos es que nos digan dónde están”, señaló.
También demandó la atención
a demandas sociales, principalmente proyectos productivos agrícolas, en favor
de sus agremiados.
Sobre este punto, el
secretario general de Gobierno del estado, Teófilo Manuel García Corpus,
recibió a la dirigencia del MULT, con la cual suscribió un acuerdo de seis
puntos para atender sus peticiones “con estricto apego a la normatividad
existente”.
Las partes convinieron la
liberación de recursos para proyectos productivos de siembra de café, chile,
además de la entrega de insumos y ganado.
Además, acordaron
realizar reuniones con funcionarios de la Secretaría de Obras Públicas y de la
Comisión Estatal del Agua para atender necesidades de vivienda y saneamiento.
90 días de la
desaparición de las hermanas Ortiz
CIMAC
OAXACA, A 06 DE OCTUBRE / Este viernes se cumplieron 90 días de la desaparición de las hermanas Virginia y Daniela Ramírez Ortiz, de las que ninguna autoridad "da razón", expresó su prima Emelia Ortiz. Mientras por otra parte, el Centro de Derechos Humanos Nu´u Ji Kandii, denunció la impunidad en casos de violencias sexual contra mujeres en la ciudad de Tlaxiaco, también en la mixteca oaxaqueña.
OAXACA, A 06 DE OCTUBRE / Este viernes se cumplieron 90 días de la desaparición de las hermanas Virginia y Daniela Ramírez Ortiz, de las que ninguna autoridad "da razón", expresó su prima Emelia Ortiz. Mientras por otra parte, el Centro de Derechos Humanos Nu´u Ji Kandii, denunció la impunidad en casos de violencias sexual contra mujeres en la ciudad de Tlaxiaco, también en la mixteca oaxaqueña.
Antonia Ramírez Cruz, la madre de las
niñas triquis desaparecidas se regresó a El Rastrojo, está muy desesperada y
triste porque no saben nada de sus hijas, sostuvo Emelia quien vive en la
ciudad de Oaxaca y espera que le den noticias.
Cuando desaparecieron, el 5 de julio
pasado, Virginia Ramírez Ortiz, maestra bilingüe de 20 años y su hermana
Daniela de 14 años de edad, se dirigían a la población de San Marcos Xinicuesta
para recoger sus pertenencias, pues había conseguido su clave para trabajar en
Llano la Luz, más cerca de Rastrojo, donde vive su familia.
Desde entonces no saben nada de las dos,
interpusieron una denuncia ante la Subprocuraduría de Juxtlahuacaca, que inició
la averiguación 187/2007 desde julio pasado, un mes más tarde, en entrevista
con el Procurador Evencio Nicolás Martínez Ramírez, recibieron la promesa de
que "harían lo posible", bajo la advertencia de que resultaba difícil
investigar en la zona por las dificultades políticas.
De acuerdo con Emelia Ortiz, prima de las
dos jóvenes, habrían desaparecido en el tramo carretero entre Putla y
Juxtlahuaca, y lo único que saben es que tomaron un taxi para salir de El
Rastrojo, días después llamaron al celular de Virginia, mismo que fue
contestado primero por un hombre y después una mujer quien aseguró que no las
conocía.
"Me voy mamá --me dijo-- voy a llegar
hasta el viernes, pero no llegó y no me llamó el viernes, entonces pensé que
llegaría el sábado, pero tampoco llegaron", narró a Cimacnoticias en una
entrevista la afligida madre, quien también contó que después hicieron las
llamadas telefónicas al celular de Virginia, por lo que se dieron cuenta que
estaba en manos de otras personas y se alarmaron.
El 29 de agosto pasado, Emelia y la madre
de las dos jóvenes desaparecidas se entrevistaron por última vez con el
procurador de Justicia, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, quien no dio ninguna
esperanza a la familia de Virginia y Daniela.
Emelia señaló que la desaparición de sus
primas podría estar relacionada con los problemas políticos que enfrentan los
grupos que se disputan el poder en la región, ya que ellas pertenecen al
Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), de donde por diferencias
políticas surgieron el MULT Independiente (MULTI) y Unidad de Bienestar Social
de la Región Triqui (UBISORT), éste último que surgió en 1977.
En la zona triqui, ubicada al oeste del
estado de Oaxaca, los conflictos políticos han contribuido a la permanente
marginación y pobreza, así como a la generación de violencia permanente, donde
las mujeres han sufrido "la peor parte", como han relatado las
mujeres triquis.
Como es el caso de la violación
tumultuaria a una niña de 14 años, ocurrida el 7 de julio de 2006, y cuyos
agresores no han sido detenidos desde entonces, pese a que existe una denuncia,
pruebas del médico forenses que revelan la agresión y que la niña identificó a
sus victimarios: Timoteo Alejandro Ramírez, Francisco Martínez Bautista,
Guadalupe Alejandro Ramírez y Marcos Flores, todos ellos integrantes del MULTI.
De acuerdo con la familia de Virginia y
Daniela, estas mismas personas podrían ser los responsables de la desaparición
de la maestra bilingüe y su hermana.
Emelia Ortiz recordó que en la zona
triqui, también en julio del año pasado, unas 10 mujeres fueron desalojadas
violentamente de sus viviendas en la población de San Juan Copala, por
integrantes de la misma organización o del UBISORT, todas ellas viven
refugiadas desde entonces en El Rastrojo.
Nada se ha dicho de todo esto desde
entonces y como en el caso de la niña violada y ahora la desaparición de las
hermanas Ramírez Ortiz, ninguna autoridad hace nada. "Tenemos tres meses
esperando una respuesta, que nos digan algo, pero ni siquiera nos han
llamado", concluyó Emelia Ortiz, prima de las desaparecidas.
MUJERES
TRIQUIS, VÍCTIMAS DE LOS CONFLICTOS POLÍTICOS
LA REDACCIÓN
8 DE OCTUBRE DE 2007
Oaxaca, Oax , 8 de octubre (apro-cimac)- En la
zona triqui, ubicada al oeste de la ciudad de Oaxaca, los conflictos políticos
han contribuido a la permanente marginación y pobreza, así como a la generación
de violencia permanente, donde las mujeres han sufrido “la peor parte”:
violaciones sexuales, desapariciones y desalojos son constantes, mientras los
responsables se pasean impunemente por la región
Para las víctimas y sus familiares, la pasividad de las autoridades es inexplicable, como en el caso de la desaparición de las hermanas Virginia y Daniela Ramírez Ortiz, de 20 y 14 años de edad, respectivamente, quienes desaparecieron hace 90 días.
Para las víctimas y sus familiares, la pasividad de las autoridades es inexplicable, como en el caso de la desaparición de las hermanas Virginia y Daniela Ramírez Ortiz, de 20 y 14 años de edad, respectivamente, quienes desaparecieron hace 90 días.
“Ninguna autoridad nos da razón” de ellas, pese a que el procurador Evencio Nicolás Martínez Ramírez, prometió en agosto pasado que haría “lo posible” para encontrarlas, aunque advirtió que sería difícil por los conflictos políticos que hay en la región, se queja Emelia Ortiz, prima de las dos muchachas desaparecidas.
Emelia señala que la desaparición de sus primas “podría estar relacionada” con los problemas políticos que enfrentan los grupos que se disputan el poder en la región, ya que ellas pertenecen al Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), del cual, por diferencias políticas, surgieron el MULT Independiente (MULTI) y la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort) en 1977.
El 5 de julio las dos hermanas viajaron a la población San Marcos Xinicuesta a recoger las pertenencias de Virginia, profesora bilingüe, quien había conseguido su clave para trabajar en la localidad Llano la Luz, más cerca de El Ratrojo, su familia Sin embargo, nunca llegaron a su destino
Desde entonces ninguna autoridad ha dado razón del paradero de ambas mujeres, cuyos familiares interpusieron una denuncia por la desaparición ante la Subprocuraduría de Justicia del estado, con sede en Juxtlahuacaca, que inició la averiguación 187/2007 desde julio pasado.
De acuerdo con Emelia Ortiz, las dos jóvenes, habrían desaparecido en el tramo carretero entre Putla y Juxtlahuaca, y lo único que saben es que tomaron un taxi para salir de El Rastrojo Días después llamaron al celular de Virginia, pero se dieron cuenta de que estaba en poder de otras personas Primero contestó un hombre; después, una mujer que negó conocerlas
El 29 de agosto pasado, Emelia y la madre de las dos jóvenes desaparecidas se entrevistaron por última vez con el procurador de Justicia, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, quien no dio ninguna esperanza a la familia de Virginia y Daniela.
La desaparición de las hermanas Ramírez Ortiz no es el único caso en el que las autoridades han demostrado su ineficacia para hacer justicia Dos días después de se perdió el rastro de Virginia y Daniela, una niña de 14 años fue víctima de una violación tumultuaria Hasta la fecha sus agresores no han sido detenidos, pese a que existe una denuncia, pruebas del médico forenses que revelan la agresión y que la niña identificó a sus victimarios: Timoteo Alejandro Ramírez, Francisco Martínez Bautista, Guadalupe Alejandro Ramírez y Marcos Flores, todos ellos integrantes del MULTI.
De acuerdo con la familia de Virginia
y Daniela, estas mismas personas podrían ser los responsables de la
desaparición de la maestra bilingüe y su hermana.
En el mismo mes de julio 10 mujeres fueron desalojadas violentamente de sus viviendas en la población de San Juan Copala, por integrantes del MULTI y de la Ubisort Desde entonces, todas ellas viven refugiadas en El Rastrojo.
Nada se ha dicho de todo esto desde entonces y como en el caso de la niña violada y ahora la desaparición de las hermanas Ramírez Ortiz, ninguna autoridad hace nada “Tenemos tres meses esperando una respuesta, que nos digan algo, pero ni siquiera nos han llamado”, concluyó Emelia Ortiz, prima de las desaparecidas.
Sin embargo, la violencia contra las mujeres no se ha detenido El pasado 1 de octubre, en la ciudad de Tlaxiaco, una menor de edad fue víctima de agresión sexual La niña fue localizada inconsciente en el paraje, El Chorro.
El coordinador del Centro de Derechos Humanos Nu´u Ji Kandii, Rolando González Espinosa, asegura que este hecho se suma a una serie de actos de violencia contra mujeres, que ubica a esta ciudad entre una de las más violentas de la entidad “Lo más indignante que la mayoría de los casos quedan impunes”, lamenta.
Deja otra víctima femenina violencia en la zona triqui.
Soledad JARQUÍN EDGAR/CIMAC.
• Homicidios, violaciones, allanamientos y secuestros.
• Impunidad, un síntoma que se agrava.
Con hemorragia cerebral, Sofía Bautista Martínez de 11 años de edad, lucha en silencio por salvar su vida en una cama del Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso” de esta capital.
Ella es, desde el domingo 21 de octubre,
una víctima más de la violencia que viven las comunidades triquis, donde las
mujeres son parte o botín de una “lucha interna” entre grupos políticos
antagónicos que ninguna autoridad local puede detener, donde impera la ley del
más fuerte y la impunidad.
La niña, quien vive en Río San Juan
Cuyuchi Copala, esperaba a su tía Florencia Bautista González, cuando inició la
balacera “al parecer eran de Guadalupe Tilapa los que dispararon contra la
gente del pueblo”, dice un grupo de mujeres que acompaña a Florencia afuera en
el hospital.
Florencia relata que ese día venía en una
camioneta procedente de Putla, pero por la balacera tuvo que caminar media hora
hasta llegar a su casa. Al llegar le dijeron que la niña estaba tirada desangrándose.
Pidió ayuda y en una camioneta la llevaron al Centro de Salud de Putla, ahí les
dijeron que estaba grave que no podían hacer nada. Entonces decidieron traerla
a Oaxaca.
Desde que fue lesionada –alrededor de las
14:00 horas-- hasta llegar al Hospital en la capital oaxaqueña pasaron casi
cinco horas. El miércoles, su tía Florencia fue informada que la niña tiene
hemorragia cerebral, la bala había entrado por el lado derecho de la nuca y se
encuentra alojada en la mejilla izquierda.
¿Qué hacemos?
Emelia Ortiz, integrante del Movimiento
Unificador de Lucha Triquis (MULT), se ha convertido en gestora de las mujeres
de la etnia triqui. Se muestra desesperada y pregunta ¿Qué hacemos? Su pregunta
abre la incertidumbre y no tiene respuestas. El panorama se oscurece.
Seria, la pequeña mujer triqui, quien junto con Adriana Ortiz y Antonia Ramírez Cruz –madre de Virginia y Daniela, desparecidas en la misma región desde el 5 de julio pasado—acompañan a Florencia, afirma que aun cuando la violencia política deja huellas sobre las mujeres desde hace mucho tiempo, “nunca nos podremos acostumbrarnos a vivir así…”, se refiere a la falta de respuesta de las autoridades que hasta ahora no ha detenido a ninguna persona como resultado del enfrentamiento del pasado domingo ni por otras denuncias por violencia contra mujeres de la región.
Seria, la pequeña mujer triqui, quien junto con Adriana Ortiz y Antonia Ramírez Cruz –madre de Virginia y Daniela, desparecidas en la misma región desde el 5 de julio pasado—acompañan a Florencia, afirma que aun cuando la violencia política deja huellas sobre las mujeres desde hace mucho tiempo, “nunca nos podremos acostumbrarnos a vivir así…”, se refiere a la falta de respuesta de las autoridades que hasta ahora no ha detenido a ninguna persona como resultado del enfrentamiento del pasado domingo ni por otras denuncias por violencia contra mujeres de la región.
Emelia narra que la lista de agresiones a
las mujeres, que van desde asesinatos, secuestros, allanamientos, violaciones y
despojos es cada vez más larga, provocada por una aguda disputa entre quienes
agraden a los seguidores del MULT y que son integrantes de MULT-Independiente y
Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT), partes antagónicas
que luchan por el poder político entre las comunidades triquis.
Una larga historia de violencia.
Una larga historia de violencia.
A la desaparición de Virginia y Daniela
Ramírez Ortiz, quien cumplirán en pocos días cuatro meses desaparecidas y a la
violación aún impune de una niña de 14 años, se suma ahora la agresión con arma
de fuego de Sofía, la menor de apenas 11 años.
Emelia, Adriana y Antonia explican con
documentos en la mano las múltiples agresiones en la región:
De 21 asesinatos cometidos contra
integrantes del MULT, entre septiembre de 2004 y julio de 2007, al menos dos
han sido en contra de mujeres. Se trata de Juana Martínez Pérez, quien fue
asesinada el 19 de febrero de 2005, y de Marcela Martínez López, de 30 años
cuyo homicidio se cometió el 26 de mayo de 2006.
También han sido lesionadas con arma de
fuego, presuntamente en emboscadas, Laura Ortiz Ramírez, estudiante de la
normal de Tlacochahuaya en mayo pasado; una niña de 12 años, durante un ataque
de seis horas a la comunidad de Ojo de Agua; Celina García resultó herida
durante una emboscada presuntamente cometida por habitantes de Guadalupe
Tilapa, Cruz Tilaza, Yutazani y Yosoyuxi.
Vieron a las niñas desaparecidas.
Hasta ahora, añade, las autoridades no
tienen ninguna pista sobre el paradero de Virginia y Daniela, a quienes vecinos
de Yosoyuxi habrían visto en la población de La Sabana, cuando eran trasladadas
en una camioneta con las manos atadas y los ojos vendados, hace apenas dos
semanas.
En realidad no hay nada concreto –sostiene
Emelia ante la mirada triste de Antonia que no pierde las esperanzas de
encontrar vivas a sus hijas--. Lo que sabemos es eso, “alguien nos pasó el
mensaje, pero hasta eso es difícil ahora, la gente tiene miedo de decir lo que
ve o escucha”.
Por otro lado, Adriana Ortiz también lamenta que desde agosto pasado el procurador de Justicia del Estado, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, les informó que se habían librado órdenes de aprehensión contra Timoteo Alejandro Ramírez, Guadalupe Alejandro Ramírez, Francisco Martínez y Marcos Flores, señalados como los responsables de violación de una niña de 14 años, cometida en Yosoyuxi, Copala, en julio de 2006, pero hasta ahora “andan por ahí impunes”.
Por otro lado, Adriana Ortiz también lamenta que desde agosto pasado el procurador de Justicia del Estado, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, les informó que se habían librado órdenes de aprehensión contra Timoteo Alejandro Ramírez, Guadalupe Alejandro Ramírez, Francisco Martínez y Marcos Flores, señalados como los responsables de violación de una niña de 14 años, cometida en Yosoyuxi, Copala, en julio de 2006, pero hasta ahora “andan por ahí impunes”.
Por eso nosotras sí creemos que la gente
del MULT-Independiente tiene a las niñas.
Hace dos semanas, agrega Emelia, otra
mujer fue violada en San Juan Copala, por lo que decidió irse a Ensenada, Baja
California, donde también radican otras mujeres que prefieren dejar todas sus
pertenencias e irse, luego de sufrir la humillación de una violación, al menos
de eso hay dos constancias más.
El problema es que no hay autoridad para
resolver los conflictos políticos ni menos para castigar a los agresores de las
mujeres, sostiene molesta Emelia Ortiz, convertida en la emergencia en gestora
de las mujeres triquis que decidieron denunciar la violencia que sufren.
Los triquis se encuentran en la zona más occidental de Oaxaca, parte de ellos colindan con el estado de Guerrero. Las montañas de la Sierra de Chicahuaxtla que atraviesa esta región, alcanzan alturas de entre 800 y tres mil metros bajo el nivel del mar.
El conflicto surgió hace más de medio siglo, cuando en 1948 las autoridades decidieron desaparecer el municipio de San Juan Copala, y las comunidades fueron distribuidas en municipios de Santiago Juxtlahuaca, Putla de Guerrero y Constancia del Rosario, ello originaría la exclusión y discriminación de los indígenas triquis.
Los triquis se encuentran en la zona más occidental de Oaxaca, parte de ellos colindan con el estado de Guerrero. Las montañas de la Sierra de Chicahuaxtla que atraviesa esta región, alcanzan alturas de entre 800 y tres mil metros bajo el nivel del mar.
El conflicto surgió hace más de medio siglo, cuando en 1948 las autoridades decidieron desaparecer el municipio de San Juan Copala, y las comunidades fueron distribuidas en municipios de Santiago Juxtlahuaca, Putla de Guerrero y Constancia del Rosario, ello originaría la exclusión y discriminación de los indígenas triquis.
En la década de los años 80 se fundó el
MULT organismo que buscaba la unificación del pueblo triqui. En 1998 surgió
UBISORT, como protesta contra el cacicazgo y fuerza del priismo en la zona. Y,
finalmente en 2003 se estableció el MULT-I. Estos dos últimos instalaron en
enero pasado el municipio autónomo de San Juan Copala.
Sofía,
nueva víctima de la violencia en la zona triqui de Oaxaca
Redacción | Publicado el 2007-10-25 23:57:07 |
Las autoridades siguen sin intervenir
Por Soledad Jarquín Edgar/corresponsal.
Por Soledad Jarquín Edgar/corresponsal.
Oaxaca, Méx., 25 oct 07
(CIMAC).- Con hemorragia cerebral, Sofía Bautista Martínez, de 11 años de edad,
lucha por salvar su vida en una cama del Hospital General Dr. Aurelio
Valdivieso de esta capital.
Ella es, desde el
domingo 21 de octubre, una víctima más de la violencia que viven las
comunidades triquis, donde las mujeres son parte o botín de una "lucha
interna" entre grupos políticos antagónicos que ninguna autoridad local
puede detener, donde impera la ley del más fuerte y la impunidad.
La niña, quien vive en
Río San Juan Cuyuchi Copala, esperaba a su tía Florencia Bautista González,
cuando inició la balacera. "Al parecer eran de Guadalupe Tilapa los que
dispararon contra la gente del pueblo", dice un grupo de mujeres que acompaña
a Florencia afuera en el hospital.
Florencia relata que ese
día venía en una camioneta procedente de Putla, pero por la balacera tuvo que
caminar media hora hasta llegar a su casa. Al llegar le dijeron que la niña
estaba tirada desangrándose. Pidió ayuda y en una camioneta la llevaron al
Centro de Salud de Putla. Ahí les dijeron que estaba grave, que no podían hacer
nada. Entonces decidieron traerla a la ciudad de Oaxaca.
Desde que fue lesionada
-a las 14:00 horas-- hasta llegar al Hospital en la capital oaxaqueña pasaron
casi cinco horas. El miércoles, su tía Florencia fue informada que la niña
tiene hemorragia cerebral y que sería este jueves cuando el cuerpo médico
determinaría si era posible o no intervenirla quirúrgicamente.
¿QUÉ HACEMOS?
Emelia Ortiz, integrante
del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), se ha convertido en gestora
de las mujeres de las comunidades triquis. Se muestra desesperada y pregunta
¿Qué hacemos?
Seria, la pequeña mujer
triqui, quien junto con Adriana Ortiz y Antonia Ramírez Cruz -madre de Virginia
y Daniela, desparecidas en la misma región desde el 5 de julio pasado-acompañan
a Florencia, afirma que aun cuando la violencia política deja huellas sobre las
mujeres desde hace mucho tiempo, "nunca nos podremos acostumbrarnos a vivir
así.", se refiere a la falta de respuesta de las autoridades que hasta
ahora no ha detenido a ninguna persona como resultado del enfrentamiento.
Emelia narra que la
lista de agresiones a las mujeres, que van desde asesinatos, secuestros,
allanamientos, violaciones y despojos es cada vez más larga, provocada por una
aguda disputa entre quienes agraden a los seguidores del MULT y que son
integrantes de MULT-Independiente y Unidad de Bienestar Social de la Región
Triqui (Ubisort), partes antagónicas que luchan por el poder político entre las
comunidades triquis.
LARGA HISTORIA DE
VIOLENCIA
A la desaparición de
Virginia y Daniela Ramírez Ortiz, quienes cumplirán en pocos días más cuatro
meses desaparecidas y a la violación aún impune de una niña de 14 años, se suma
ahora la agresión con arma de fuego de Sofía, de 11 años.
Emelia, Adriana y
Antonia explican con documentos en la mano las múltiples agresiones en la
región:
De 21 asesinatos
cometidos contra integrantes del MULT, entre septiembre de 2004 y julio de
2007, al menos dos han sido en contra de mujeres. Se trata de Juana Martínez
Pérez, quien fue asesinada el 19 de febrero de 2005, y de Marcela Martínez
López, de 30 años cuyo homicidio se cometió el 26 de mayo de 2006.
También han sido
lesionadas con arma de fuego, presuntamente en emboscadas, Laura Ortiz Ramírez,
estudiante de la normal de Tlacochahuaya en mayo pasado; una niña de 12 años,
durante un ataque de seis horas a la comunidad de Ojo de Agua; Celina García
resultó herida durante una emboscada presuntamente cometida por habitantes de
Guadalupe Tilapa, Cruz Tilaza, Yutazani y Yosoyuxi.
Hasta ahora, añade, las
autoridades no tienen ninguna pista sobre el paradero de Virginia y Daniela, a
quienes vecinos de Yosoyuxi habrían visto en la población de La Sabana, cuando
eran trasladadas en una camioneta con las manos atadas y los ojos vendados,
hace apenas dos semanas.
En realidad no hay nada concreto,
sostiene Emelia ante la mirada triste de Antonia que no pierde las esperanzas
de encontrar vivas a sus hijas. Lo que sabemos es eso, "alguien nos pasó
el mensaje, pero hasta eso es difícil ahora, la gente tiene miedo de decir lo
que ve o escucha".
Por otro lado, Adriana
Ortiz también lamenta que desde agosto pasado el procurador de Justicia del
estado, Evencio Nicolás Martínez Ramírez les informó que se habían librado
órdenes de aprehensión contra Timoteo Alejandro Ramírez, Guadalupe Alejandro Ramírez,
Francisco Martínez y Marcos Flores, señalados como los responsables de
violación de una niña de 14 años, cometida en Yosoyuxi, Copala, en julio de
2006, pero hasta ahora "andan por ahí impunes".
Por eso nosotras sí
creemos que la gente del MULT-Independiente sí tiene a las niñas, dice.
Hace dos semanas, agrega
Emelia, otra mujer fue violada en San Juan Copala, por lo que decidió irse a
Ensenada, Baja California, donde también radican otras mujeres que prefieren
dejar todas sus pertenencias e irse, luego de sufrir la humillación de una
violación, al menos de eso hay varias constancias.
El problema es que no
hay autoridad para resolver los conflictos políticos ni menos para castigar a
los agresores de las mujeres, sostiene molesta Emelia Ortiz, convertida en la
emergencia en gestora de las mujeres triquis que decidieron denunciar la
violencia que sufren.
Las comunidades triquis
se encuentran en la zona más occidental de Oaxaca, algunas colindantes con el
estado de Guerrero, y las atraviesan las montañas de la Sierra de Chicahuaxtla
que alcanzan alturas de entre 800 y tres mil metros sobre el nivel del mar.
El conflicto ahí surgió
hace más de medio siglo, cuando en 1948 las autoridades decidieron desaparecer
el municipio de San Juan Copala, y las comunidades fueron distribuidas en
municipios de Santiago Juxtlahuaca, Putla de Guerrero y Constancia del Rosario,
lo que originó la exclusión y discriminación de las y los indígenas triquis.
En la década de los años
80, se fundó el MULT, organismo que buscaba la unificación del pueblo triqui.
En 1998 surgió UBISORT, como protesta contra el cacicazgo y fuerza del priismo
en la zona. Y, finalmente en 2003 se estableció el MULT-I; estos dos últimos
instalaron en enero pasado el municipio autónomo de San Juan Copala.
07/SJ/GG/CV
EN
LA ZONA TRIQUI
Lunes,
12 de Noviembre de 2007 | 11:49
|
Por: Soledad Jarquín Edgar
Antonia se para frente a la puerta de
su casa, su mirada se pierde en el horizonte de cerros y pueblos que se
alcanzan a ver. Cruza los brazos sobre su pecho, es como si se abrazara a
ella misma, recarga el cuerpo sobre el muro de lodo y carrizo con los que ha
construido su casa.
En silencio reza y sigue vigilando el
horizonte, a ratos imagina que por cualquiera de los caminos que llevan a su
casa vendrán Daniela y Virginia, sus dos hijas de 14 y 20 años de edad que
esta semana cumplieron cuatro meses desaparecidas.
Los ojos de Antonia Ramírez Cruz
están muy chiquitos, a ratos llora como reza, en silencio. En la piel morena
de su rostro se ha empezado a marcar una sombra oscura que le rodea sus
mejillas. Es la tristeza la que la ha enfermado, dicen sus sobrinas.
En Rastrojo, la pequeña población de
no más de 500 habitantes en la zona indígena Triqui de Oaxaca, la fiesta de
muertos acaba de concluir y los altares siguen en pie, con sus nueve palos
rodeando la mesa, adornados con cempasúchil, palmilla, garra de león, y hojas
verdes.
En la mesa, en cuyo centro cuelgan
orquídeas blancas, todo se ha colocado por nueve tantos o múltiplos de nueve
"para no ofender a los difuntos". Son nueve tantos de totopos
(tortillas del tamaño de una tlayuda, pero más gruesas), pan que trajeron de
Putla, fruta de la región, platos con caldo de res (carne de res y chile) y
pozole, así como sombreritos de cempasúchil, caballitos de che´a, una especie
de zacate que sólo se produce en esta época y las velas.
Antonia le da la espalda al altar,
continúa parada en la puerta de su casa, permanece así por largo rato, se
mete, hace algo de sus tareas cotidianas y vuelve a la puerta. Es una vigilia
permanente.
Aquí –cuenta-- no hay sacerdote, ni
ellos quieren venir, los han atemorizado, por eso no pudimos hacer un
novenario, pero mi hermana Fermina sí hizo uno en Puerto Vallarta, (Jalisco),
ella vive allá, está mejor lejos, aquí no hay mucho qué hacer y sí mucho qué
sufrir. Su relato será la explicación de una tragedia familiar, donde las
mujeres han pagado con sus cuerpos la rabia de un conflicto político que no
entienden.
Abrazada a ella misma, Antonia habla,
apenas murmura. Está desesperada, adolorida del cuerpo y del corazón, dice
sujetando su mano izquierda contra su pecho, donde toma con fuerza su vestido
rojo de algodón, su vestido rojo de mujer triqui, de lengua triqui con la que
a ratos reza, piensa, grita mientras dormita por las noches en que quisiera
seguir de pie en la puerta de su casa alumbrada por la luna de octubre.
SE HACE CAMINO AL ANDAR
Para llegar a Rastrojo hay que viajar
en las suburban Cuauhtémoc desde Oaxaca hasta Putla de Guerrero, son cinco
horas de viaje que entran a ratos en una ruta de interminables curvas y
voladeros. Después, en Putla hay que caminar 10 minutos para tomar una
camioneta de redilas del pueblo de Rastrojo y en poco menos de dos horas de
un ascendente camino de terracería se llega al caserío, construido en su
mayoría de adobe y carrizo con techos de lámina.
Los que han emigrado han hecho con
material sus casas. Desde hace tiempo las mujeres también se están yendo a
Estados Unidos, como Cándida de Jesús Flores quien volvió hace meses de Nueva
York donde estuvo por más de dos años.
Ahí, cuenta ella misma, las cosas no
fueron fáciles, "porque una está obligada a hablar inglés, es a la
fuerza y es difícil". Su primer trabajo fue en el campo y terminó
haciendo diversas labores en un restaurante de la metrópoli. El fruto de su
esfuerzo está invertido en su casa de material y su negocio, una pequeña
tienda de productos básicos.
Sus paisanas dicen que Cándida
regresó más clara de la piel, "será que no le tocaba mucho el sol".
Otra que emigró fue Brígida, pero
ella no volvió a Rastrojo, "sus hijos ya hablan inglés y sólo ella y su
marido hablan triqui cuando llaman por teléfono a su familia", cuenta
orgullosa Adriana Ortiz García, quien recuerda a la que fuera su compañera de
escuela.
Pero hay muchas otras mujeres que
emigraron forzadas por las difíciles circunstancias de ésta que es señalada
por las autoridades estatales como una "conflictiva región".
Atrás, en el camino de terracería
quedaron Constancia de Rosario, Pueblo Nuevo, Llano Nopal, Río Metate y
Cuyuchi. Más adelante, están San Juan Copala, Sabana, Yosoyuxi, Carrizal, Ojo
de Agua y Paraje Pérez.
CAMINOS SOBRE LA MAR
En total, las comunidades triquis que
"caminaban bien" entre 2000 y 2004 realizaron todos unidos
encuentros culturales, cuyo recuerdo llena de nostalgia a los más jóvenes.
Sin embargo, desde hace poco más de
un año, la gente de Rastrojo por ser del MULT, ya no puede llegar a San Juan
Copala, de esa misma comunidad -centro ceremonial del pueblo Triqui y
nombrado municipio autónomo en enero pasado- no puede salir el sacerdote para
oficiar misa en Rastrojo y en las otras comunidades que no están con la
UBISORT o el MULTI.
Además, la gente de Rastrojo y las
comunidades cercanas no pueden ir a la plaza de los lunes, porque no los
dejan entrar. Pero lo que más tristeza produce en la gente –apunta Emelia
Ortiz García-, es que "no pueden bajar a venerar a Tata Chú"
(Jesús).
Esta situación ocasiona problemas
económicos, la gente ya no puede hacer trueques, como en Copala y tienen que
pagar transporte para Putla, donde compran sus cosas, cuando antes se iban
caminando entre los cerros.
Todo ello derivado de la división de
la comunidad Triqui. Por un lado está el Movimiento de Unificación y Lucha
Triqui (MULT), por otro la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui
(UBISORT) desde hace poco más de un año el MULTI (MULT-Independiente).
"Si perteneces al MULT no puedes ir a Copala, a menos que te quieras
morir si eres hombre o desaparecer si eres mujer".
BOSQUES SE PINTAN DE ESPINOS
Rastrojo es una de las comunidades
"mejor dotadas" de servicios básicos en la zona trique. Tiene agua
potable, electricidad y escuelas primaria, secundaria y bachillerato. Una
iglesia dedicada al Nazareno donde no se oficia misa por falta de sacerdote, hay
una clínica de salud con una enfermera para atender las emergencias.
La gente cultiva frijol, maíz y
calabaza. El chile lo compran, no se da en la zona. Carne casi no consumen,
como tampoco toman mucho café pese a que lo cultivan, y la fruta que crece en
sus terrenos de clima templado son el plátano, guayaba, naranja, mamey y
zapote.
Todo esto es para autoconsumo,
"entonces no se necesita mucho dinero para vivir aquí", por eso era
bueno el trueque. La gente de Rastrojo y algunas comunidades vecinas
cambiaban café y plátano por tomate, quelites, rábanos, chile, chilacayotas,
cilantro o mazorcas.
Desde hace poco más de un año las
cosas no han sido fáciles. La comunidad está prácticamente secuestrada. La
gente tiene miedo de salir a sus parcelas, tienen temor de que lleguen y los
maten, como pasó hace 15 días cuando habitantes de Guadalupe Tilapa iniciaron
una balacera contra Cuyuchi, hiriendo en la cabeza a Sofía Bautista Martínez
de 11 años de edad, quien al momento de la emboscada esperaba a su tía
sentada afuera de su casa. La niña lucha por su vida en el hospital general
de Oaxaca.
GOLPE A GOLPE
El 16 de junio de 2006, la gente
Guadalupe Tilapa emboscó a un grupo de habitantes de Rastrojo cuando se
dirigían a esa comunidad a llevar un recado de la autoridad municipal. Ahí
perdió la vida Guadalupe Ortiz García. Por la muerte de Guadalupe Ortiz se
responsabilizó a Bernardino Cortines Rodríguez y Héctor Javier Herrera
Martínez, ninguno fue detenido.
El 7 de julio de 2006, cuando
caminaba con su abuela y su papá a la orilla de Yosoyuxi, una niña, entonces
de 14 años, fue arrebatada y secuestrada por Timoteo Alejandro Ramírez,
Francisco Martínez Bautista, Guadalupe Alejandro Ramírez y Marcos Flores,
todos integrantes del MULTI, quienes la violaron. Cuando logró escapar de su
cautiverio, como pudo llegó tres días después a su casa. Por lo ocurrido
interpusieron una denuncia y las autoridades iniciaron la averiguación previa
157/2006, hasta ahora nadie ha sido detenido.
De Paraje Pérez, el 10 de agosto de
2006, fue secuestrado Nicolás Velásquez Martínez. Hasta ahora nadie sabe nada
de este señor.
Una de las comunidades que más ha
sido atacada por los integrantes de UBISORT y MULTI es Cieneguilla, en donde
en repetidas ocasiones las balaceras duran hasta cuatro horas y aunque la
gente se resguarde en sus viviendas, "a veces las balas cruzan las
paredes". Lo mismo sucede en Cuyuchi o si estos señores quieren,
detienen las camionetas que van a Rastrojo y a otras comunidades que no
pertenecen a sus organizaciones.
ESTELAS EN LA MAR
El frío de los últimos días se siente
también en esta apartada región del occidente de Oaxaca. Desconsolada,
Antonia parece sentir más el helado viento. No entiende cómo el problema
político ha castigado tanto a su familia. Su madre y su hermana fueron
atacadas sexualmente hace un año, sólo porque decían que su cuñado era de
Rastrojo.
Ellas vivían en San Juan Copala y
violarlas fue un castigo por tener familiares dentro del MULT. Este tipo de
hechos se repitió con otras mujeres de Copala, a quienes amenazaron, violaron
y les quitaron sus pertenencias. Algunas de estas mujeres prefirieron salir
de la comunidad y emprendieron el forzado éxodo a Baja California y otras
entidades.
Desde el 5 de julio de 2007, las
hijas de Antonia están desaparecidas. Le han dicho que podrían estar en San
Juan Copala, en Yosoyuxi y que hace unas semanas las vieron en una camioneta,
con los ojos vendados y las manos atadas en Sabana, también poblaciones con
dominio político del MULTI y UBISORT.
Por eso Antonia llora y reza en
silencio. Siente la impotencia de no poder entrar al lugar para buscar a sus
hijas, siente rabia porque ninguna autoridad la puede ayudar.
Virginia es maestra bilingüe y aquel
5 de julio, hace más de 120 días, salió de Rastrojo junto con su hermana
Daniela rumbo a San Marcos Xinicuesta, donde recogería algunas pertenencias,
pues había conseguido su clave en el Instituto Estatal de Educación Pública
de Oaxaca (IEEPO) para trabajar en Llano La Luz, una comunidad más cerca de
Rastrojo, su casa.
Antonia no olvida que casi en la
puerta de la vivienda se subieron a un taxi de color amarillo que había ido a
dejar pasaje desde Putla. Ella cree que sus hijas sí llegaron a Putla y que
habrían "desaparecido" en el tramo entre esa cabecera municipal y
Juxtlahuaca.
Por la desaparición de Daniela y
Virginia Ortiz Ramírez se levantó una denuncia y se inició la averiguación
187/2007. Todavía a principios de agosto, las mujeres de la familia Ortiz se
entrevistaron con el Procurador Evencio Nicolás Martínez Ramírez, quien
prometió aplicar "el peso de la justicia".
Al despedirse de la noche, Antonia
parece murmurar la misma pregunta desde hace más de 120 días ¿dónde están mis
hijas? Un largo suspiro escapa de sus entrañas. Su dolor se extiende a todo
un pueblo de habitantes que caminan apresurando sus pasos antes que la noche
les robe los últimos rayos de Sol. Las puertas se cierran, se atrancan una a
una, el choque de la madera se escucha de casa en casa. Hay que tratar de
dormir, soñar si fuera posible y creer que la realidad de las mujeres triquis
es una pesadilla de la que van a despertar.
Por la mañana, Antonia volverá a
vigilar el horizonte desde la puerta con la esperanza de que Daniela y
Virginia vuelvan a casa.
Mujeres triquis, el exilio
Pedro Matías
Proceso
26/11/2007
Oaxaca, Oax., 26 de
noviembre (apro).- En ocasión del Día Internacional contra la Violencia hacia
la Mujer, que se celebró este domingo 25 de noviembre, las indígenas triquis
exponen su cruda realidad, enmarcada por la creciente violencia.
La desesperanza invade a
ese pueblo indígena, donde las agresiones han alcanzado niveles similares a
los ochenta, situación que ha obligado, principalmente a las mujeres, a un
exilio forzado.
“Aquí la pobreza es
normal, lo peor es la violencia”, confiesa un grupo de mujeres triquis que
viven en el destierro.
Y es que en su pueblo de
origen no ven otra cosa que desapariciones, secuestros, violaciones, emboscadas,
huérfanos, viudas, saqueos de casas e incendios en terrenos de sembradío…
Pero esa situación no
parece importarle al gobierno estatal. El propio procurador Evencio Nicolás
Martínez Ramírez reconoce:
“Es una zona muy
conflictiva (la región Triqui), y no voy arriesgar a mi gente para que entre
a esa zona. Esa violencia ya tiene años, no es de ahora. Entonces, no puedo
resolver en seis meses, de la noche a la mañana, el problema”.
En palabras de las
denunciantes, el procurador les dijo que “lamentaba la situación por la que
estaba pasando la familia (de dos indígenas desaparecidas)”
Les dijo que no se
trataba “de que ellos no quisieran trabajar, pero que todo va muy lento
porque es muy difícil entrar a la zona Triqui, por la presencia de los grupos
políticos en la región, y que no va a arriesgar a su gente”.
Sobre un caso
relacionado con la violación a una menor registrada el pasado 21 de febrero,
el funcionario dijo que se ordenó a la Policía Ministerial la detención de
los responsables y, “cuando se les detenga, tal vez se pueda tener una pista
para localizar a las jóvenes desaparecidas”.
Por si fuera poco, los
representantes del gobierno consideran que, “debido a la violencia que vive
la región triqui, la forma de resolver los conflictos es militarizando la
zona”.
Las mujeres, que
prefieren omitir su nombre para evitar represalias, sostienen que “si las
propias autoridades no se atreven a entrar (a su pueblo) para investigar las
recientes desapariciones, violaciones y crímenes, no nos queda otra alternativa
más que el destierro.
“No es por gusto sino
por necesidad, por el sufrimiento que agobia a mi pueblo. Ya tenemos muchos
muertos”, relatan al tiempo que de sus ojos brotan algunas lágrimas.
Según las mujeres, los
hombres ya no salen al campo a realizar sus tareas agrícolas a causa de tanta
violencia. Dicen que ese papel lo han asumido ellas.
Ahora, ellas no sólo
reparten su tiempo entre las labores del hogar y el campo, con el riesgo de
que, en esta segunda actividad, sean víctimas de alguna violación.
La región Triqui se
encuentra asentada en la zona montañosa denominada “Nudo Mixteco” y está
divida en la zona baja, cuya cabecera es San Juan Copala; mientras que la
media comprende San Martín Itunyoso y, la parte alta, lleva por sede a San
Andrés Chicahuaxtla.
Es decir, los indígenas
triquis se encuentran asentados en tres municipios, Juxtlahuaca, Tlaxiaco y
Putla de Guerrero.
Aunque en toda esa
región predomina la pobreza, es en la región baja donde particularmente la
autoridad tradicional se ha desintegrado, pues el cultivo de café fortaleció
la propiedad privada y desató la violencia por la posesión de tierras.
“Municipio autónomo”
triqui
El activismo de la
comunidad ha provocado el surgimiento de diversas organizaciones, como el
Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), Unidad de Bienestar Social de
la Región Triqui (Ubisort) y, más recientemente, el Movimiento Unificador de
Lucha Triqui Independiente. Este último declaró “municipio autónomo” a San
Juan Copala, el pasado 1 de enero.
Aunque en la región
triqui había una regla escrita de que la violencia por pugnas políticas,
venganza o control territorial no alcanzaría a mujeres o niños, ésta dejó de
respetarse en los últimos años.
Según consta en la
averiguación previa 157/2006, el 7 de julio del año pasado una niña de 14
años, Lucía, fue violada presuntamente por Timoteo Alejandro Ramírez,
Francisco Martínez Bautista y Marcos Flores, en presencia de su padre y su
abuela.
La estudiante de
secundaria fue ultrajada cuando al salir de su domicilio ubicado en la
comunidad El Rastrojo. Ella y su padre llevaban a su abuela al doctor en
Juxtlahuaca. Pero, como el camino estaba cerrado por un conflicto político,
los tres tuvieron que caminar por una vereda. Cerca de Yosoyuxi, les salió al
paso un grupo de hombres.
Timoteo tomó del cabello
a la niña y la arrastró a un descampado. Ahí la violó en repetidas ocasiones.
Ante los gritos, el padre y la abuela trataron de intervenir, pero el grupo
de hombres se los impidió. Al final los amenazaron con matar a toda la
familia si denunciaban la agresión.
Lucía y su familia viven
ahora con un pariente cerca de San Juan Copala, y no salen ni a trabajar la
tierra por temor a que sus violadores cumplan su amenaza de matarlos por
haberlos denunciado.
La angustia creció cuando
se enteraron que Marcos Flores, uno de los agresores murió de una enfermedad
incurable. La menor tuvo que ser sometida a un estudio de VIH donde el
resultado salió negativo, aunque actualmente se encuentra en terapia
psicológica.
Pese a que las pruebas del
examen ginecológico confirmaron la violación, hasta el momento no se ha
detenido a los presuntos responsables.
A ese caso siguió el de
la niña Daniela y su maestra de educación indígena, Virginia Ortiz Ramírez,
quienes desaparecieron el 5 de julio de este año, según consta en la
averiguación previa 187/2007.
Antonio Bautista Ramírez
y Dionisio Merino Ortiz relataron ante el Ministerio Público que ese día se
encontraban en Santiago Juxtlahuaca esperando transporte para dirigirse a
Putla de Guerrero.
Ahí observaron que en
una camioneta azul marino Ford Ranger de doble cabina y sin placas, conducida
por Francisco Herrera Martínez, llevaban a bordo a Daniela y Virginia Ortiz
Ramírez, con los ojos vendados.
Timoteo Alejandro
Ramírez sujetaba y encañonaba con una pistola a la menor Daniela.
En la parte media del
asiento trasero también observaron que iba la maestra Virginia, sometida por
Miguel Ángel Velasco Álvarez y José Ramírez Flores.
Los testigos confesaron
que no se atrevían a denunciar porque los secuestradores de la Ubisort son
conocidos por su alta peligrosidad.
Ante la inacción de las
autoridades, la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos
(Limeddh) y los familiares de las dos mujeres triquis anunciaron que
expondrán el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El caso más reciente
ocurrió el domingo 21 de octubre pasado: Sofía Bautista, de 11 años, resultó
herida de gravedad en una balacera. Un grupo armado atacó a la comunidad de
Cuyuchi. En el tiroteo, resultó herida Sofía. La bala entró por la occipital
derecha y quedó alojada en la mejilla derecha.
El impacto le causó a la
menor un derrame cerebral y se provocó un derrame de líquido cefalorraquídeo.
Simultáneamente, otro
grupo emboscó a una camioneta de pasajeros, y la acción impidió el tránsito
normal por el camino principal, Ese incidente, provocó que doña Florencia
tuviera que caminar alrededor de media hora para llegar a su casa y encontrar
herida a su sobrina Sofía.
Con ayuda de sus vecinos
la trasladó al hospital de Putla, donde le recomendaron canalizar a la niña a
la ciudad de Oaxaca, debido a su gravedad.
Doña Florencia trasladó
a su sobrina al hospital “Aurelio Valdivieso” de esta ciudad, donde le
extrajeron el proyectil. Aunque la menor todavía no recupera el habla, ya
empezó a tener movimiento en casi todo su cuerpo.
Yésica Sánchez Maya,
presidenta estatal de la Limeddh, condena esos hechos y lamenta la ausencia
de justicia en Oaxaca.
El estigma de ser mujer
La mujer trique sufre la
discriminación desde que nace. Por esa razón, los hombres prefieren tener
hijos varones. A pesar de esa situación, en esa región los hombres pueden
tener una, dos o tres mujeres o las que quieran. Son parte de sus “usos y
costumbres”.
“Lo que pasa es que hay
muchas mujeres que aunque saben que tienen su familia, se meten con ellos.
Son usos y costumbres. (Aunque) la primera esposa decide en todo, todas
conviven. Hay algunas que viven juntas y otras separadas”.
Las mujeres en el exilio
justifican sus formas culturales y desmienten rotundamente la venta de
mujeres en su comunidad.
Entre los triquis
todavía no se permite a las mujeres participar en las asambleas comunitarias
ni en la toma de decisiones; no pueden andar solas y tampoco usar toallas
femeninas ni, menos aún, se les permite utilizar anticonceptivos.
Sin embargo, las mujeres
itinerantes piden que “no nos critiquen ni nos vean como animales”, porque
todo ello es parte de su cultura.
Destacan que casi 70% de
su población emigró a Alaska, Nueva York y Chicago, en Estados Unidos, y a
Baja California, Jalisco, Tabasco, y la Ciudad de México, pues “tenemos miedo
a las emboscadas, las violaciones y los asesinatos.
“Es lo peor que puede
haber, lo que estamos viviendo las mujeres. Hay algunas que no tienen ni
dónde vivir. Muchas mujeres no comen con tal de darle de comer a sus hijos”,
finalizaron.
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Autoridades
se niegan a buscarlas
Cumplen
cinco meses desaparecidas indígenas triquis
Por Soledad Jarquín Edgar/
corresponsal
Oaxaca, Oax., 7 dic
07 (CIMAC).- Virginia y Daniela Ortiz Ramírez, dos jóvenes indígenas de
20 y 14 años desaparecidas desde el pasado 5 de julio en la región triqui,
podrían haber sido asesinadas.
Confundida por la comunicación que
recibió vía telefónica, la madre de Virginia y Daniela, Antonia Ramírez,
explicó que sus hijas podrían haber sido violadas, asesinadas y sus cuerpos
arrojados a un barranco.
Tras cinco meses de haber
desaparecido, cuando se trasladaban de Rastrojo, Juxtlahuaca, a San Marcos
Xinicuesta (en el tramo carretero entre Putla-Juxtlahuaca), la esperanza de su
madre de encontrarlas con vida parece terminar.
Antonia, quien durante estos 150 días
esperó a sus hijas y buscó que las autoridades de la Procuraduría General de
Justicia del Estado hicieran algo, recibió una llamada telefónica en la que una
mujer de Guadalupe Tilapa, población de la zona, le dio la “mala noticia”, que
en principio no creyó pero que al paso de los últimos días parece ser
determinante.
Se muestra desconsolada y no encuentra
explicación a la violencia empleada contra las mujeres por razones políticas,
esta vez fueron sus hijas.
La zona triqui se ubica en la parte
más occidental de Oaxaca. Pertenece a la región Mixteca y desde hace varias
décadas grupos caciquiles primero y luego políticos dividieron a la población,
parte de la violencia recayó en las mujeres: secuestros, violaciones,
asesinatos y despojos que las obliga a la migración forzada.
En declaración a Cimacnoticias,
autoridades estatales y la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE)
se negaron a buscar a las mujeres desaparecidas, argumentando la posibilidad de
un enfrentamiento que podría ocasionar más muertes, debido a que la zona está
en permanente conflicto y parte de la población se encuentra armada.
Antes, en agosto pasado, el titular de
la PGJE, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, había dado esperanzas a la madre de
las dos jóvenes de que harían las investigaciones correspondientes en este caso
y en otros de despojo y violación cometidos contra mujeres. Nunca más
recibieron información.
“Qué culpa tiene las chamacas. Ahora
estoy desesperada. Me dicen que mis hijas ya no viven, yo ya no aguanto más”,
repite una y otra vez.
Antonia se refiere al conflicto
político entre los grupos Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui
(UBISORT) y el MULTI (MULT-Independiente) que son antagónicos al Movimiento de
Unificación y Lucha Triqui (MULT) al que pertenecen en Rastrojo, la comunidad
donde viven.
Lo que una mujer --que no se quiso
identificar para “evitar problemas”-- le dijo por teléfono con relación al
posible asesinato de sus hijas se convierte cada día en una verdad para
Antonia, parece desfallecer pero la fortalece el abrazo amoroso de otra de sus
hijas, una menor de edad que la acompaña hasta la ciudad de Oaxaca, donde
esperan que “alguien” les de noticias.
“Dicen que a Virginia la violaron,
luego le dieron un balazo y se murió luego. A Daniela también la violaron esos
hombres, luego le dispararon tres veces y dicen que todavía hablaba, por lo que
le volvieron a disparar en la cabeza”, expresa Antonia.
Yo lo creo, ya lo creo, agrega
tratando de que el dolor no la venza, ya nadie me dice que mis hijas están
vivas, nadie las ha visto.
La hermana de 13 años interviene.
“Yo creo que mis hermanas están vivas.
Pienso que esa gente sólo nos quiere torturar, son muy malas”, dice la pequeña,
extraña en especial a Daniela, su compañera de clase y confidente, y a Virginia
que siempre “fue amable conmigo”.
Yo creo que están vivas, repite
mientras juguetea con unos listones que sostiene en sus manos morenas.
Para Emelia, tía de las niñas, es
posible que “estén torturando a Antonia, porque hay gente muy mala, nos quieren
confundir, pero como ha pasado tanto tiempo y no tenemos forma de investigar,
porque hasta las autoridades se callan, no sabemos nada, es incertidumbre
total”.
Lo más extraño, añade, es que la gente
de UBISORT viene aquí y “se hacen pasar como santos, incluso han pedido que
aparezcan Daniela y Virginia, pero nosotras creemos que ellos tienen que ver…”
Antonia explica que además otra de sus
hijas corre peligro, la joven realiza su servicio social como maestra de
Educación Indígena en la zona triqui y ha sido molestada porque su fotografía
apareció en un periódico.
“Tratan las cosas como si no pasara
nada y ellos (UBISORT y MULTI) quisieran que nos quedáramos calladas siempre”,
lamenta.
Mujeres Triquis: en Red Tequio.
Mujeres Triquis.
Domingo,
diciembre 09, 2007
(Botines de Guerra)
La lucha de liberación de los pueblos triquis ha sido una
de las más largas, dolorosas y sangrientas de nuestra historias modernas.
Despreciados y humillados por la Nación mexicana y los gobiernos locales desde
el siglo xix, sufrieron un fallido embate "final" del sistema priista
toda la segunda mitad del siglo xx. Mas los triquis, esforzados y ejemplares,
siguen plantados en el mapa del que tanto los han pretendido borrar. Sin
embargo, el día de hoy nos ocupa lo que al parecer a muy pocos les es
importante, la violencia hacia las triquis, quienes después de sufrir de
violencia por "usos y costumbres" hoy son parte del botín político que
existe entre dos organismos que luchan por el poder político, el problema entre
el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) y la Unidad de Bienestar
Social de la Región Triqui ( UBISORT= surgió desde 1977, pues existen
expedientes penales que registran matanzas de niños, mujeres y ancianos, bajo
los números 4/1983, 28/1983, 19/1983, 13/1983, 35/1986, 55/1986, 13/1994,
25/1998, 5/1985, 164/2004, entre otra lista numerosa.
Las triquis sufren un conflicto de la violencia criminal,
política y económica que asuela la región Triqui, en el corazón de la Mixteca
profunda.
Debido a esta situación el éxodo forzado por miedo a ser
"si eres hombre asesinado"" y si eres mujer desaparecida" como
lo indica una de estas mujeres que hoy se atreven a hablar es cada vez mas
mayor, Millares de campesinos indígenas emigran desde entonces a Estados
Unidos, el Distrito Federal, Miguel Alemán (Sonora) y los valles de Baja
California. mujeres desaparecidas, violadas de todas las edades desde pequeñas
de cuatro años hasta mujeres de sesenta, y hoy desde hace cinco meses se
encuentran desaparecidas Daniela y Virginia Ortiz Ramírez de catorce y veinte
años hermanas secuestradas y desaparecidas.
según consta en la Averiguación Previa 187/2007.
Antonio Bautista Ramírez y Dionisio Merino Ortiz,
relataron ante el Ministerio Público, que ese día, se encontraban en Santiago
Juxtlahuaca esperando transporte para dirigirse a Putla de Guerrero, cuando
observaron que en una camioneta Ford Ranger de doble cabina color azul marino y
sin placas, conducida por Francisco Herrera Martínez, llevaban con los ojos
vendados a Daniela y Virginia Ortiz Ramírez.
En la cabina de la camioneta, Timoteo Alejandro Ramírez
sujetaba y encañonaba con una pistola a la menor Daniela.
De igual forma, en la parte media del asiento trasero,
también llevaban vendada de los ojos con una franela roja a la maestra
Virginia, quien era sometida por Miguel Ángel Velasco Álvarez y José Ramírez
Flores.
Los testigos confesaron que no se atrevían a denunciar
esto porque los secuestradores de la UBISORT son conocidos por su alta
peligrosidad.
Ante la incapacidad de las autoridades estatales para
aplicar justicia en el estado de Oaxaca, la Liga Mexicana por la Defensa de los
Derechos Humanos y los familiares de dos mujeres triquis que cumplieron ya el
pasado cinco de diciembre cinco meses de desaparecidas expusieron este caso
ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El caso más reciente, es el ocurrido el domingo 21 de
octubre de este año cuando resultó herida de gravedad Sofía Bautista, de 11
años de edad.la cual aun permanece internada con secuelas graves después de
sufrir un derrame cerebral, al penetrar la bala por la región occipital y
quedar alojada por horas la bala en la mejilla derecha de la pequeña.
Pero eso, al gobierno estatal parece no importarle. El
propio procurador de justicia del estado, Evencio Nicolás Martínez Ramírez,
reconoce: “Es una zona muy conflictiva (la región Triqui) y no voy arriesgar a
mi gente para que entre a esa zona. Esa violencia ya tiene años, no es de
ahora. Entonces, no puedo resolver, en seis meses, de noche a la mañana, el
problema”.
En palabras de las denunciantes, el procurador les dijo
que: “lamentaba la situación por la que estaba pasando la familia (de dos
indígenas desaparecidas), y que no se trata de que ellos no quisieran trabajar,
pero que todo va muy lento porque es muy difícil entrar a la zona triqui por la
presencia de los grupos políticos en la región, y que no va a arriesgar a su
gente; y que respecto a la denuncia por violación, el 21 de febrero, se ordenó
a la policía ministerial la detención de los responsables, y cuando se les
detengan tal vez se pueda tener una pista para localizar a las jóvenes
desaparecidas.
Por si fuera poco, los representantes del gobierno piensan
que “debido a la violencia que vive la región triqui, la forma de resolver los
conflictos es militarizar la zona”.
Hasta se da el lujo de ironizar: “si quieres, puedes ir a
toda la región triqui a buscar a tu familia, hasta te voy a aplaudir si vas a
hacer eso”.
LUNES, 10 DE DICIEMBRE DE 2007
Cumplen
cinco meses desaparecidas indígenas triquis
Autoridades se niegan a
buscarlas
Por Soledad Jarquín Edgar/ corresponsal.
Oaxaca, Oax., 7 dic 07 (CIMAC).- Virginia y Daniela Ortiz Ramírez, dos jóvenes indígenas de 20 y 14 años desaparecidas desde el pasado 5 de julio en la región triqui, podrían haber sido asesinadas.
Confundida por la comunicación que recibió vía telefónica, la
madre de Virginia y Daniela, Antonia Ramírez, explicó que sus hijas podrían
haber sido violadas, asesinadas y sus cuerpos arrojados a un barranco.
Tras cinco meses de haber desaparecido, cuando se trasladaban de Rastrojo, Juxtlahuaca, a San Marcos Xinicuesta (en el tramo carretero entre Putla-Juxtlahuaca), la esperanza de su madre de encontrarlas con vida parece terminar.
Antonia, quien durante estos 150 días esperó a sus hijas y buscó que las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado hicieran algo, recibió una llamada telefónica en la que una mujer de Guadalupe Tilapa, población de la zona, le dio la “mala noticia”, que en principio no creyó pero que al paso de los últimos días parece ser determinante.
Se muestra desconsolada y no encuentra explicación a la violencia empleada contra las mujeres por razones políticas, esta vez fueron sus hijas.
La zona triqui se ubica en la parte más occidental de Oaxaca. Pertenece a la región Mixteca y desde hace varias décadas grupos caciquiles primero y luego políticos dividieron a la población, parte de la violencia recayó en las mujeres: secuestros, violaciones, asesinatos y despojos que las obliga a la migración forzada.
En declaración a Cimacnoticias, autoridades estatales y la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se negaron a buscar a las mujeres desaparecidas, argumentando la posibilidad de un enfrentamiento que podría ocasionar más muertes, debido a que la zona está en permanente conflicto y parte de la población se encuentra armada.
Antes, en agosto pasado, el titular de la PGJE, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, había dado esperanzas a la madre de las dos jóvenes de que harían las investigaciones correspondientes en este caso y en otros de despojo y violación cometidos contra mujeres. Nunca más recibieron información.
“Qué culpa tiene las chamacas. Ahora estoy desesperada. Me dicen
que mis hijas ya no viven, yo ya no aguanto más”, repite una y otra vez.
Antonia se refiere al conflicto político entre los grupos Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT) y el MULTI (MULT-Independiente) que son antagónicos al Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) al que pertenecen en Rastrojo, la comunidad donde viven.
Lo que una mujer --que no se quiso identificar para “evitar problemas”-- le dijo por teléfono con relación al posible asesinato de sus hijas se convierte cada día en una verdad para Antonia, parece desfallecer pero la fortalece el abrazo amoroso de otra de sus hijas, una menor de edad que la acompaña hasta la ciudad de Oaxaca, donde esperan que “alguien” les de noticias.
“Dicen que a Virginia la violaron, luego le dieron un balazo y se murió luego. A Daniela también la violaron esos hombres, luego le dispararon tres veces y dicen que todavía hablaba, por lo que le volvieron a disparar en la cabeza”, expresa Antonia.
Yo lo creo, ya lo creo, agrega tratando de que el dolor no la
venza, ya nadie me dice que mis hijas están vivas, nadie las ha visto.
La hermana de 13 años interviene.
“Yo creo que mis hermanas están vivas. Pienso que esa gente sólo nos quiere torturar, son muy malas”, dice la pequeña, extraña en especial a Daniela, su compañera de clase y confidente, y a Virginia que siempre “fue amable conmigo”.
Yo creo que están vivas, repite mientras juguetea con unos listones que sostiene en sus manos morenas.
Para Emelia, tía de las niñas, es posible que “estén torturando a Antonia, porque hay gente muy mala, nos quieren confundir, pero como ha pasado tanto tiempo y no tenemos forma de investigar, porque hasta las autoridades se callan, no sabemos nada, es incertidumbre total”.
Lo más extraño, añade, es que la gente de UBISORT viene aquí y “se hacen pasar como santos, incluso han pedido que aparezcan Daniela y Virginia, pero nosotras creemos que ellos tienen que ver…”
Antonia explica que además otra de sus hijas corre peligro, la joven realiza su servicio social como maestra de Educación Indígena en la zona triqui y ha sido molestada porque su fotografía apareció en un periódico.
“Tratan las cosas como si no pasara nada y ellos (UBISORT y MULTI) quisieran que nos quedáramos calladas siempre”, lamenta.
Oaxaca vive la lucha sigue...
Oaxaca en pie de
lucha.
resistenciaoaxaca@gmail.com / camaradaappo@gmail.com / revarm@gmail.com
Elena, de once años, y Josefina
Soledad Jarquín Edgar/corresponsal
Oaxaca, 17 Dic (CIMAC).- La violencia política
en la zona triqui ha dejado en lo que va de diciembre dos nuevas víctimas: una
menor de 11 años y una mujer adulta, quienes resultaron heridas en un
enfrentamiento, las cuales se suman a una serie de actos de cometidos contra
mujeres y niñas durante 2007, sin que ninguna autoridad pueda detener la
disputa política que deja saldos negativos entre sus pobladores.
Emelia Ortiz García, prima de Daniela y Virginia, desaparecidas desde julio
pasado y que podrían haber sido asesinadas, señaló que en un nuevo
enfrentamiento armado en la población de Cuyuchi, Copala, resultaron heridas la
niña Elena Bautista Flores de 11 años y la señora Josefina Amada García de
Jesús, esta última originaria de Rastrojo.
En entrevista con Cimacnoticias explicó que la violencia generada entre
grupos políticos antagónicos (MULT-UBISORT-MULT-I) ha propiciado que las
mujeres y las niñas se conviertan en “botín”, pues no sólo se les despoja de
sus propiedades y expulsa de las comunidades, sino también se les viola o
asesina.
Aunque las heridas de ambas mujeres no hicieron peligrar sus vidas,
prevalece la incertidumbre y la inseguridad porque no existe autoridad que
impida los ataques armados a las comunidades por pertenecer a uno u otro grupo
político que se disputan el poder en las comunidades, dijo Ortiz García.
El enfrentamiento donde resultaron heridas la niña Elena Bautista Flores y
la señora Josefina Amada García, ocurrió el 8 de diciembre pasado en la
comunidad de Cuyuchi, Copala, cuando presuntos grupos contrarios al Movimiento
de Unificación de Lucha Triqui (MULT) atacó la población.
Se trata de la misma comunidad donde en octubre pasado resultó herida de
bala la niña Sofía Bautista Martínez, de 11 años de edad. La semana pasada fue
dada de alta del Hospital General Dr. Aurelio Valdivieso y tendrá que
permanecer en la ciudad de Oaxaca para recibir terapia de rehabilitación, luego
que la bala lesionara algunos órganos vitales.
Antes el 16 de junio de 2006, gente de Guadalupe Tilapa emboscó a un grupo
de habitantes de Rastrojo cuando se dirigían a esa comunidad a llevar un recado
de la autoridad municipal. Ahí perdió la vida Guadalupe Ortiz García. Por la
muerte de Guadalupe Ortiz se responsabilizó a Bernardino Cortines Rodríguez y
Héctor Javier Herrera Martínez, ninguno fue detenido.
El último día de octubre de este año, una menor de edad fue violada en las
afueras de la comunidad de San Miguel Copala, cuando regresaba de la escuela,
el violador fue identificado como Gabriel Hernández Santos. De los hechos la
menor no pudo poner la denuncia de manera inmediata pues el agente del
Ministerio Público de la zona le pedía testigos, de los hechos se levantó un
acta en la ciudad de Oaxaca.
Su caso es similar de otra niña de 14 años, misma que fue violada en julio
de 2006, cuando caminaba con su abuela y su papá a la orilla de la población de
Yosoyuxi. Los violadores Timoteo Alejandro Ramírez, Francisco Martínez
Bautista, Guadalupe Alejandro Ramírez y Marcos Flores, todos integrantes del
MULTI, de los hechos se iniciaron la averiguación previa 157/2006.
En ninguno de los dos casos de violación, donde los presuntos responsables
fueron identificados por sus víctimas, ha sido detenido.
Las hermanas Virginia y Daniela Ortiz Ramírez desaparecieron desde el 5 de
julio de 2007, cuando salieron de Rastrojo, Juxtlahuaca, hacia la población de
San Marcos Xinicuesta.
De acuerdo con un documento de la Procuraduría General de Justicia del
Estado (PGJE) emitido el 13 de agosto de este año, dos personas –cuyos nombre
se omite- declararon que los responsables del secuestro de Virginia y Daniela
son Francisco Herrera Martínez, Timoteo Alejandro Ramírez, José Ramírez Flores
y Miguel Ángel Velasco Álvarez, integrantes de UBISORT, las mismas personas que
habrían participado en la violación de una menor en julio de 2006.
Hace unas semanas, su madre Antonia Ramírez recibió una llamada
telefónica donde le informaron que Daniela de 14 y Virginia de 20, habían sido
violadas y asesinadas y que sus cuerpos habrían sido arrojados a un barranco.
Los hechos habrían ocurrido en poblaciones dominadas por la Unidad de Bienestar
Social de la Región Triqui (UBISORT) desde hace poco más de un año el MULTI
(MULT-Independiente).
Como en los casos de violación, la Procuraduría General de Justicia del
estado no ha procedido, pese a que el todavía titular de esa institución,
Evencio Nicolás Martínez Ramírez, se habría comprometido a investigar los
hechos, para meses después señalar que “no era posible, porque no había
condiciones para entrar la zona”, debido a lo delicado de la situación.
Además, existen otros hechos que no fueron denunciados, entre ellos
violaciones de mujeres en San Juan Copala, el asesinato y desaparición de otras
personas y asesinatos, como el ocurrido a Celestino Bautista López el 8 de
marzo de 2006. Actos que, de acuerdo con las mujeres triquis, han propiciado
que muchas familias emigren a la capital oaxaqueña o hacia el Estado de México,
Baja California, Sonora y otras entidades dentro y fuera del país.
GRUPOS, MILITARES Y VIOLENCIA
Desde la década de los ochenta, la zona Triqui, ubicada en la parte más
occidental del estado de Oaxaca, se dividió por razones políticas. El primer
grupo creado entonces fue el MULT, del que se han desprendido UBISORT y MULTI.
Entre las soluciones propuestas por el gobierno estatal y algunos de estos
grupos destacan la militarización de la zona Triqui, a la que se oponen las
mujeres, pues ya han sufrido las consecuencias de la presencia de militares,
como sucedió en la década de los ochenta, apunta Emelia Ortiz García.
07/SJE/GG
Elena, de once años, y Josefina
Oaxaca:
heridas otras dos mujeres por violencia en zona triqui
Soledad Jarquín Edgar/corresponsal
Oaxaca, 17 Dic (CIMAC).- La violencia política en la zona triqui ha dejado en lo que va
de diciembre dos nuevas víctimas: una menor de 11 años y una mujer adulta,
quienes resultaron heridas en un enfrentamiento, las cuales se suman a una
serie de actos de cometidos contra mujeres y niñas durante 2007, sin que
ninguna autoridad pueda detener la disputa política que deja saldos negativos
entre sus pobladores.
Emelia Ortiz García, prima de Daniela y Virginia,
desaparecidas desde julio pasado y que podrían haber sido asesinadas, señaló
que en un nuevo enfrentamiento armado en la población de Cuyuchi, Copala,
resultaron heridas la niña Elena Bautista Flores de 11 años y la señora
Josefina Amada García de Jesús, esta última originaria de Rastrojo.
En entrevista con Cimacnoticias explicó que la
violencia generada entre grupos políticos antagónicos (MULT-UBISORT-MULT-I)
ha propiciado que las mujeres y las niñas se conviertan en “botín”, pues no
sólo se les despoja de sus propiedades y expulsa de las comunidades, sino
también se les viola o asesina.
Aunque las heridas de ambas mujeres no hicieron
peligrar sus vidas, prevalece la incertidumbre y la inseguridad porque no
existe autoridad que impida los ataques armados a las comunidades por
pertenecer a uno u otro grupo político que se disputan el poder en las
comunidades, dijo Ortiz García.
El enfrentamiento donde resultaron heridas la
niña Elena Bautista Flores y la señora Josefina Amada García, ocurrió el 8 de
diciembre pasado en la comunidad de Cuyuchi, Copala, cuando presuntos grupos
contrarios al Movimiento de Unificación de Lucha Triqui (MULT) atacó la
población.
Se trata de la misma comunidad donde en octubre
pasado resultó herida de bala la niña Sofía Bautista Martínez, de 11 años de
edad. La semana pasada fue dada de alta del Hospital General Dr. Aurelio
Valdivieso y tendrá que permanecer en la ciudad de Oaxaca para recibir
terapia de rehabilitación, luego que la bala lesionara algunos órganos
vitales.
Antes el 16 de junio de 2006, gente de Guadalupe
Tilapa emboscó a un grupo de habitantes de Rastrojo cuando se dirigían a esa
comunidad a llevar un recado de la autoridad municipal. Ahí perdió la vida
Guadalupe Ortiz García. Por la muerte de Guadalupe Ortiz se responsabilizó a
Bernardino Cortines Rodríguez y Héctor Javier Herrera Martínez, ninguno fue
detenido.
El último día de octubre de este año, una menor
de edad fue violada en las afueras de la comunidad de San Miguel Copala,
cuando regresaba de la escuela, el violador fue identificado como Gabriel
Hernández Santos. De los hechos la menor no pudo poner la denuncia de manera
inmediata pues el agente del Ministerio Público de la zona le pedía testigos,
de los hechos se levantó un acta en la ciudad de Oaxaca.
Su caso es similar de otra niña de 14 años, misma
que fue violada en julio de 2006, cuando caminaba con su abuela y su papá a
la orilla de la población de Yosoyuxi. Los violadores Timoteo Alejandro
Ramírez, Francisco Martínez Bautista, Guadalupe Alejandro Ramírez y Marcos
Flores, todos integrantes del MULTI, de los hechos se iniciaron la
averiguación previa 157/2006.
En ninguno de los dos casos de violación, donde
los presuntos responsables fueron identificados por sus víctimas, ha sido
detenido.
Las hermanas Virginia y Daniela Ortiz Ramírez
desaparecieron desde el 5 de julio de 2007, cuando salieron de Rastrojo,
Juxtlahuaca, hacia la población de San Marcos Xinicuesta.
De acuerdo con un documento de la Procuraduría
General de Justicia del Estado (PGJE) emitido el 13 de agosto de este año,
dos personas –cuyos nombre se omite- declararon que los responsables del
secuestro de Virginia y Daniela son Francisco Herrera Martínez, Timoteo
Alejandro Ramírez, José Ramírez Flores y Miguel Ángel Velasco Álvarez,
integrantes de UBISORT, las mismas personas que habrían participado en la
violación de una menor en julio de 2006.
Hace unas semanas, su madre Antonia Ramírez
recibió una llamada telefónica donde le informaron que Daniela de 14 y
Virginia de 20, habían sido violadas y asesinadas y que sus cuerpos habrían
sido arrojados a un barranco. Los hechos habrían ocurrido en poblaciones dominadas
por la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT) desde hace
poco más de un año el MULTI (MULT-Independiente).
Como en los casos de violación, la Procuraduría
General de Justicia del estado no ha procedido, pese a que el todavía titular
de esa institución, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, se habría comprometido
a investigar los hechos, para meses después señalar que “no era posible,
porque no había condiciones para entrar la zona”, debido a lo delicado de la
situación.
Además, existen otros hechos que no fueron
denunciados, entre ellos violaciones de mujeres en San Juan Copala, el
asesinato y desaparición de otras personas y asesinatos, como el ocurrido a
Celestino Bautista López el 8 de marzo de 2006. Actos que, de acuerdo con las
mujeres triquis, han propiciado que muchas familias emigren a la capital
oaxaqueña o hacia el Estado de México, Baja California, Sonora y otras
entidades dentro y fuera del país.
GRUPOS, MILITARES Y VIOLENCIA
Desde la década de los ochenta, la zona Triqui,
ubicada en la parte más occidental del estado de Oaxaca, se dividió por
razones políticas. El primer grupo creado entonces fue el MULT, del que se
han desprendido UBISORT y MULTI.
Entre las soluciones propuestas por el gobierno
estatal y algunos de estos grupos destacan la militarización de la zona
Triqui, a la que se oponen las mujeres, pues ya han sufrido las consecuencias
de la presencia de militares, como sucedió en la década de los ochenta,
apunta Emelia Ortiz García.
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Enviado:
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martes, 18 de diciembre de 2007 08:43:58 p.m.
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Para:
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MARCHA EL MULT PARA
EXIGIR LA APARICIÓN CON VIDA DE DOS MUJERES TRIQUIS DE OAXACA
Jueves 20 de
diciembre de 2007
Marcha el MULT para exigir la aparición con vida de dos mujeres
triquis de Oaxaca Oaxaca, México. Diciembre 15- Simpatizantes del Movimiento
Unificador de Lucha Triqui (MULT), marchan por las calles de la capital
oaxaqueña para exigir a las autoridades del gobierno estatal la presentación
con vida de Virginia y Daniela Ortíz Ramírez de 14 y 20 años de edad,
desaparecidas desde el 5 de julio del 2007.
La movilización la realizan unas 400 personas que simpatizan con
la organización la cual salíó del oriente de la capital (crucero Eduardo
Vasconcelos) y es encabezada por el asesor jurídico Heriberto Pazos Ortíz.
El contingente pretende llegar al zócalo en donde realizarán un
mitin para pedir que las dos hermanas de origen triqui sean entregadas ya que
desaparecieron desde hace cinco meses, iniciándose la Averiguación Previa
187/2007.
A esta demanda se han unido diversos organismos civiles como la
Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), "La
violencia feminicida se consolida por la complicidad, omisión, discriminación y
misoginia".
El organismo señaló que el procurador Evencio Martínez destaca la
aparición de 120 mujeres que supuestamente estaban desaparecidas, es una
“simulación”, ya que los familiares ni las aparecidas han hecho público este
hecho.
En lo que va del año, la Limeddh tiene documentados tres casos de
mujeres desaparecidas en la zona urbana, y ahora estos dos, registrados en la
región triqui.
A su vez, el presidente de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), Florentín Meléndez Padilla, aseguró durante su vista a la
entidad que es preocupante que los conflictos políticos en la zona triqui
deriven en una mayor violencia y en la desaparición de dos mujeres de la
región.
Emelia Ortiz García, acompañada de Antonia y Adriana Ramírez Cruz,
madre y tía de las dos jóvenes desaparecidas, plantearon la situación de las
mujeres triquis al presidente de la CIDH, donde dijeron que la violencia en la
zona triqui se ha agravado como resultado de los conflictos políticos que enfrentan
grupos de poder, como el MULTI y UBISORT contra el MULT.
Aunado a esta doble desaparición se encuentra el caso de la niña
de 14 años violada en la comunidad de Yosoyuxi el 7 de julio de 2006 y cuyos
agresores no han sido detenidos, pese a que están plenamente identificados.
Sobre las investigaciones que hay del caso de la niña violada hace
un año, Emelia Ortiz informó al Procurador que los responsables, reconocidos
por la niña - Timoteo Alejandro Ramírez, Francisco Martínez Bautista, Marcos
Flores y Guadalupe Alejandro Ramírez, quién ya falleció- pasean libremente en
la ciudad de Oaxaca o se les puede ver en Putla y Juxtlahuaca.
Es preocupante, reiteró Meléndez Padilla, presidente de la CIDH,
por la condición en que viven las mujeres triquis, vulnerables ante un
conflicto político y la falta de actuación del gobierno por resolver los casos
denunciados.
Las mujeres de origen triqui tienen hoy miedo de regresar a sus
comunidades, la gente del MULTI y de UBISORT mantienen un retén en El Carrizal
donde revisan las camionetas de transporte para ver quién viene en ellas,
revisan todo y hasta bajan a la gente si no les parece, nadie denuncia, porque
todos estamos bajo amenazas de violación o muerte.
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